Claudia Cardinale fue una de las actrices italianas más bellas y talentosas. Conquistó a fanáticos de todo el mundo. Muchas mujeres la admiraban, pues la actriz era un icono de estilo, gracia y feminidad. Era bella por naturaleza y atrajo la atención del sexo opuesto desde su juventud. Desafortunadamente, su belleza le jugó una cruel broma.

Un hombre francés la persiguió y acosó durante mucho tiempo antes de que ella no pudiera resistirse. Lamentablemente, no se detuvo allí. El hombre abusó de la joven actriz. Pronto, Claudia descubrió que estaba embarazada. Por supuesto, nunca volvió a ver al padre del niño. Tenía 19 años cuando nació su hijo Patrizio.

Incluso en ese entonces, la actriz estaba dando sus primeros pasos en el cine. Los productores decidieron silenciar esta historia poco halagadora. Por lo tanto, presentaron a Patrizio como el hermano menor de la actriz. Por supuesto, esta historia ha dejado huella en la relación entre madre e hijo. Claudia amaba a su hijo, pero no sabía cómo construir una relación con él.

Cuando la actriz se casó con el productor Franco Cristaldi, su esposo adoptó al niño y le dio su apellido. Al crecer, Patrizio se mudó a Nueva York, lo que alejó aún más a madre e hijo. Patrick, como se llama ahora el hijo de la actriz, abandonó a su esposa e hijos. Está en una búsqueda constante de sí mismo. Comienza una actividad, pero pronto la abandona. Es como si Patrick no pudiera encontrar su lugar.

Por supuesto, Cardinale ve en esto su culpa y la omisión de su hijo.