Amanda Bynes, que inicialmente cautivó a la audiencia como estrella infantil en Nickelodeon y en exitosas películas para adolescentes, ha atravesado una serie de desafíos personales que la han llevado a alejarse gradualmente del ojo público.

Bynes hizo su debut en los años 90 y principios de los 2000 con su talento cómico y su personalidad vivaz. Su ascenso comenzó con “All That” en Nickelodeon y continuó con el éxito de su propio programa, “The Amanda Show”.

Mirando hacia atrás, Amanda siente que el Adderall tuvo un impacto profundo en su comportamiento durante la filmación de “Hall Pass” en 2010. Recordó masticar las tabletas, creyendo que intensificaría los efectos de la droga.

A pesar de los rumores de su despido, aclaró: “Cometí muchos errores, pero no me despidieron. Me fui… definitivamente fue poco profesional de mi parte irme y dejarlos varados después de que habían invertido tanto en el set, el equipo y el personal.” Solo unos meses después de dejar “Hall Pass,” Amanda asistió a una proyección de su última película en varios años, “Easy A.” Descontenta con su apariencia y desempeño, cayó en una profunda depresión.

En 2013, Amanda fue sometida a una detención 5150, una reclusión temporal para personas que representan un peligro para sí mismas o para otros. Durante este tiempo, su madre, Lynn, recibió la tutela temporal de Amanda.

Lynn tomó control del patrimonio y las finanzas de Amanda mientras planeaba nombrar a un conservador profesional para su cuidado médico y diario. Para 2022, las tensiones entre Amanda y su padre se hicieron evidentes. Una fuente cercana a la actriz reveló el resentimiento frecuente de Amanda hacia su padre, atribuyendo muchos de sus problemas a él.

“Es aterrador. Habla de lo fea que es y pasa todo el día en su teléfono, revisando constantemente su feed de Twitter. Está muy enojada con su padre,” reveló la fuente.

Amanda ha sido frecuentemente vista con un cabello rubio platino intenso, colores de cejas atrevidos y una variedad de tatuajes, incluyendo uno en forma de corazón en su cara. Su rostro parece más lleno con pómulos más pronunciados y un anillo en la nariz acentúa su nuevo look, contrastando marcadamente con su imagen de adolescente.

El cambio dramático en la apariencia de Amanda ha sorprendido y preocupado a muchos, con algunos especulando sobre las causas detrás de su transformación. “Lamento mucho verla así. Una vez fue hermosa y extremadamente talentosa. Deben haber problemas profundos que afectan su estado actual,” comentó uno de los usuarios.

La reciente aparición pública de Amanda Bynes subraya su evolución de estrella infantil querida a su realidad actual, destacando una vida marcada por el escrutinio público y luchas personales que continúan capturando la atención.