Elizabeth Taylor, reconocida por su cautivadora belleza y excepcional talento, dejó una huella imborrable en Hollywood. Sus papeles icónicos en películas como “National Velvet”, “La vuelta al mundo en 80 días”, “Cleopatra” y “El conspirador” consolidaron su estatus como leyenda del cine.

A la edad de 18 años, Taylor había alcanzado un inmenso éxito en su carrera, ganando tres Oscars a lo largo de su vida. Su vida personal fue igualmente movida, con una larga lista de admiradores y relaciones de alto perfil.

Taylor se casó siete veces y tuvo cuatro hijos: dos hijos biológicos, una hija biológica y una hija adoptiva. Aunque su hija, Lisa Frances, se dedicó a la industria cinematográfica, ninguno de sus hijos ha alcanzado el mismo nivel de fama que su madre.

Curiosamente, la hija de Taylor, Lisa Frances, guarda un notable parecido con Michael Jackson. Este parecido ha suscitado especulaciones entre los fans, aunque es importante señalar que Jackson es un año mayor que Lisa.

A pesar de los desafíos que enfrentó en su vida personal, Elizabeth Taylor siguió siendo una figura amada e icónica en Hollywood. Su belleza, talento y espíritu perdurable continúan inspirando a generaciones de admiradores.