¿Quién no soñaría con tener un harén personal? Jermaine Rockmore, un ex bombero de 41 años, ha estado viviendo con tres esposas durante muchos años, y todas están más que felices con el arreglo. Tiene tres esposas: Angelica, María y Leann. Juntos, tienen nueve hijos, a quienes consideran una responsabilidad compartida y cuidan colectivamente. Entonces, ¿cómo logró un hombre convencer a tres mujeres para vivir bajo un mismo techo? La respuesta es sencilla: todas están locamente enamoradas de él.

Conoció a su primera esposa, Angelica, en la universidad. Se casaron seis meses después y, tres meses más tarde, dieron la bienvenida a su hija. Cinco años después de su boda, trajo a una nueva mujer a casa. Su nombre era Leann. Angelica lloró, rompió algunos platos, pero finalmente decidió dejar que las cosas fluyeran. Leann se convirtió en un miembro permanente de su familia. Gradualmente, las mujeres incluso se hicieron amigas. Trece años después, su familia creció nuevamente con la llegada de María. La familia tiene nueve hijos: el mayor ya tiene 25 años y tiene su propia familia. El más pequeño tiene apenas dos años. Al hablar sobre sus esposas e hijos, Jermaine sonríe: “Son como un equipo de fútbol o un ejército”.

En cuanto a la intimidad, Jermaine duerme en una habitación separada, y sus encantadoras “esposas” lo visitan una por una. Tienen un horario colgado en la pared que dicta sus visitas. Cuando no están equilibrando sus vidas personales, pasan tiempo juntos: van al cine, de compras, de vacaciones y visitan a numerosos familiares y amigos. Cuando se le pregunta cómo terminó en una relación polígama, Jermaine dice: “Me di cuenta a una edad temprana de que la monogamia es para los débiles”.

Sus esposas están de acuerdo. Con el tiempo, vieron las ventajas. Las tareas del hogar se dividen en tres partes, los niños siempre están supervisados, y si alguien se enferma, siempre hay una amiga disponible para hacer sopa y controlar su temperatura. En resumen, este matrimonio tiene sus beneficios.

Estas personas han estado viviendo así durante muchos años y son felices. Claro, va en contra de las normas sociales, pero ¿a quién le importa si realmente se aman?