Cada niño tiene sus propios sueños, ya sea convertirse en astronauta o construir una casa en un árbol. El héroe de hoy tenía una aspiración singular: ¡soñaba con crear una vida dentro de una cueva, y lo hizo realidad!

Angelo Mastropietro invirtió más de 160,000 libras para transformar una cueva de más de 250 millones de años en un hogar acogedor y confortable.

Antes de embarcarse en esta aventura, trabajaba como director de una empresa de reclutamiento en Australia. Sin embargo, el estrés de su trabajo y la monotonía de la vida diaria lo pesaban. Para complicar las cosas, a Angelo le diagnosticaron esclerosis múltiple, lo que lo llevó a buscar un entorno más saludable y limpio, alejado de la sociedad, pero sin perder la conexión.

Pasó su infancia en Worcestershire, donde se encontraba una enorme y antigua cueva que había estado habitada en la década de 1940, pero que había quedado en el abandono durante mucho tiempo.

Decidido a seguir su sueño, este padre de dos hijos dio un salto de fe. Angelo compró la cueva en ruinas por 62,000 libras y comenzó a diseñar y planificar su nuevo hogar.

Las paredes de su casa en la cueva están pintadas de blanco, creando un impresionante contraste con los elementos decorativos modernos, mientras mantiene la ambientación natural de la cueva. ¡El resultado es verdaderamente hipnotizante!