“¡Por qué la canasta de Jane Birkin se convirtió en un ícono de la moda!”: ¡La historia detrás de su accesorio atemporal!
Birkin alcanzó la fama en la década de 1960 con la provocadora canción “Je t’aime”, un dueto con su entonces pareja Serge Gainsbourg. La canción, con su voz susurrante y gemidos sugestivos en lugar de un coro tradicional, causó sensación. La pareja afirmaba que esos sonidos eran el resultado de una pasión genuina, lo que aumentaba aún más la intriga pública.
En nuestro país, Birkin es recordada con cariño por sus papeles en películas como “The Pool” y “Keep an Eye on This”. Para el mundo de la moda, es un ícono perdurable. Su estilo chic y desenfadado – una mezcla de micro-minifaldas, botas rojas de charol, camisas de hombre y simples camisetas blancas combinadas con jeans – marcó tendencias que mujeres de todo el mundo intentaron, y a menudo fracasaron, en replicar.
La casa de lujo Hermès la inmortalizó creando la icónica bolsa Birkin. Considerada un símbolo de estatus, la bolsa alcanzó el estatus de leyenda. Hace una década, adquirir una requería estar en una larga lista de espera. Hoy en día, incluso conseguir un lugar en la lista de espera no garantiza nada; los compradores ansiosos ahora deben contactar directamente a los gerentes de las boutiques para preguntar por la posibilidad de adquirir una.
La historia de la creación de la bolsa es un testimonio de la influencia de Birkin. En la década de 1980, mientras viajaba en un vuelo de Air France, derramó el contenido de su bolso sobre el suelo. Jean-Louis Dumas, entonces CEO de Hermès, sentado a su lado, sugirió que necesitaba un bolso con bolsillos interiores. Esta conversación casual dio lugar a la creación de la icónica bolsa.
En una memorable aparición televisiva en 2016 en el programa japonés “Smap x Smap”, Birkin mostró su propio bolso Birkin ya desgastado. Para alegría de los presentadores, luego les presentó nuevos bolsos Birkin firmados. Sin embargo, para sorpresa de todos, inmediatamente los tiró al suelo y comenzó a pisotearlos, estirando el cuero.
Con una sonrisa, comentó: “Miren, es solo un bolso, úsalo para su propósito”. Esta anécdota encapsula perfectamente el espíritu poco convencional de Birkin y su desdén por el materialismo excesivo.