Momento desgarrador: Perra abandonada visita la tienda cerrada todos los días—¡Su historia te conmoverá!
Chris, un joven de 18 años que trabaja en un mercado, solía ver regularmente a Ollie, un Shiba Inu bien cuidado, fuera de una tienda de bicicletas cerrada. La lealtad del perro hizo que Chris se preguntara si había sido abandonado por su dueño, quien no se había dejado ver en semanas. Al principio, Chris sintió pena por el perro y comenzó a compartir su almuerzo con él. Para sorpresa de Chris, Ollie tomaba el alimento con entusiasmo y se alejaba rápidamente, sin comerlo. Preocupado, un día Chris decidió seguir a Ollie para desentrañar el misterio. Ollie lo condujo hasta una casa abandonada en las afueras de la ciudad, donde Chris descubrió que el perro alimentaba a un Pastor Alemán llamado Max, que estaba atrapado.
Cada día, Chris veía cómo Ollie llevaba comida a Max en secreto, lo que lo motivó a ayudar. Una tarde, después de una tensa discusión con su novia Mila, que no era fanática de los perros, Chris decidió llevarse a Ollie a su casa. Mila se enfureció, pero Chris estaba decidido. Sin embargo, al día siguiente, Ollie había desaparecido. Desesperado, Chris salió a buscarlo y, finalmente, lo encontró de nuevo fuera de la tienda de bicicletas. Esa noche, Chris siguió a Ollie hasta la casa y, al escuchar los ladridos, se dio cuenta de que Max estaba atrapado dentro y necesitaba ayuda urgente.
Chris llamó a las autoridades, y pronto llegaron los oficiales para rescatar a Max, quien estaba débil y desnutrido. Los oficiales encontraron el cuerpo sin vida del dueño de la tienda de bicicletas, quien aparentemente había muerto semanas antes de un infarto. Los dos perros habían quedado atrás, y Ollie había estado llevando comida a su compañero fiel. Conmovido por la trágica situación, Chris supo que no podía dejar a los perros solos. Decidió adoptarlos a ambos y llevarlos a su hogar, a pesar de saber que Mila estaría molesta.
Cuando Chris regresó a casa con Ollie, Mila no estaba muy contenta. Sin embargo, el dulce y confiado carácter de Ollie logró ganarse su corazón, y después de escuchar la historia de los perros, Mila se ablandó. Aceptó que Max y Ollie se quedaran en casa, y con el tiempo, la pareja comenzó a amar a sus nuevos miembros peludos de la familia. Chris pasó de sentir lástima por un perro solitario a rescatar a dos animales necesitados, y esa decisión trajo alegría a su vida—y a la de Mila—una vez que vieron el vínculo que se formaba con sus nuevas mascotas.
La llegada de los perros marcó un punto de inflexión para Chris y Mila, quienes, a pesar de sus reservas iniciales, comenzaron a disfrutar de la compañía de Ollie y Max. Se convirtieron en una familia, agradecida por el amor y la lealtad que los perros les ofrecían. Max se recuperó en el hospital veterinario, y Ollie pasó a ser una parte permanente de su hogar, enseñándoles el verdadero significado del amor y la lealtad incondicional. Lo que comenzó como un gesto de amabilidad durante el almuerzo se transformó en un nuevo capítulo en sus vidas.