En 1995, justo antes de su explosiva entrevista en Panorama, la Princesa Diana inició un romance secreto que se convertiría en una de las relaciones más profundas de su vida. Todo comenzó durante una visita al Hospital Royal Brompton de Londres, donde conoció al Dr. Hasnat Khan, un cirujano cardíaco cuya presencia imponente y sorprendente semejanza con el actor Omar Sharif la cautivaron de inmediato. Atraída por su fuerza tranquila e inteligencia, Diana comenzó a visitarlo con frecuencia en el hospital durante las siguientes tres semanas, persiguiéndolo activamente. Su conexión marcó el compromiso romántico más significativo desde su separación del Príncipe Carlos y se mantuvo en gran parte en secreto.

El Dr. Khan, un cirujano pakistaní de carácter reservado y dedicado, era un contraste total con el mundo real en el que Diana vivía. Conocido por su humildad y hábitos poco convencionales—como fumar, ir a clubes de jazz y disfrutar de comida rápida—Khan, sin embargo, cautivó a la princesa, quien lo llamaba cariñosamente “un hombre increíblemente guapo”. Para proteger su privacidad, Diana tomó precauciones extremas, usó el seudónimo “Dr. Armani” e incluso se disfrazó para visitarlo. Khan, por su parte, también recurrió al anonimato, una vez escondiéndose en el maletero de un coche para entrar al Palacio de Kensington con la ayuda del mayordomo de confianza de Diana, Paul Burrell.

A medida que su vínculo se fortalecía, compartían momentos tranquilos y placeres sencillos alejados del protocolo real. Cuando Diana se sentía baja, Khan la llevaba a un pub llamado humorísticamente The Prince of Wales, lo que ella encontraba irónicamente encantador. La relación se volvió seria—Diana exploró su cultura, leyó sobre el Islam, visitó a su familia en Lahore y consideró seriamente el matrimonio a pesar de sus diferencias religiosas. Incluso le presentó a sus hijos, el Príncipe William y el Príncipe Harry, llamando a Khan “Señor Maravilloso” y, en conversaciones privadas, refiriéndose a él como su alma gemela.

Sin embargo, la pareja enfrentó una creciente presión a medida que la fama de Diana chocaba con el deseo de Khan de llevar una vida más discreta. A diferencia de Diana, quien estaba acostumbrada a la atención constante de los medios, Khan temía la exposición pública y temía que pusiera en peligro tanto su carrera como su paz mental. La pareja discutió la posibilidad de mudarse a países como Pakistán o Sudáfrica con la esperanza de escapar del foco mediático, pero sus puntos de vista opuestos sobre la vida pública se hicieron irreconciliables. En julio de 1997, terminaron su relación—a decisión que devastó a ambos. Pocas semanas después, la trágica muerte de Diana en París sorprendió al mundo y dejó a Khan destrozado al enterarse de su relación con Dodi Fayed a través de la prensa.

Años después, el Dr. Hasnat Khan sigue recordando a Diana con admiración y cariño, describiéndola como “una persona muy normal con grandes cualidades”. Aunque luego se casó con Hadia Sher Ali en 2006, el matrimonio terminó en divorcio dos años después. Desde entonces, Khan ha continuado con su trabajo médico y participa en misiones humanitarias en Pakistán y Arabia Saudita. Ahora vive una vida tranquila en el Reino Unido, encontrando paz en la naturaleza y la soledad. Su amor secreto con la Princesa Diana permanece como uno de los capítulos más emotivos y privados de su vida, un recordatorio de lo profundamente que anhelaba el amor genuino más allá de los muros del palacio.