Patricia Krentcil, conocida en todo el mundo como la famosa “Tan Mom”, saltó a la fama en 2012 por su impactante tono de piel provocado por un excesivo uso de camas solares y por un caso legal que dejó a todos boquiabiertos. Fue acusada de haber llevado a su hija Anna, de solo 5 años, a una sesión de bronceado, lo que llevó a su arresto por presunto peligro infantil. Aunque fue absuelta tras pasar una semana en la cárcel, el escándalo la convirtió en una figura mediática de alto perfil. Personas cercanas a ella confirmaron que su afición por el bronceado venía de muchos años atrás.

Pero su historia no termina ahí. En junio de 2019, Patricia enfrentó una grave crisis de salud: fue hospitalizada con neumonía, sufrió una infección pulmonar, pancreatitis, un paro cardíaco, y debió ser conectada a un respirador artificial, incluso inducida a un coma médico. “Todo mi cuerpo murió. Me declararon muerta”, confesó. Milagrosamente, logró recuperarse por completo, aunque describió esa etapa como “muy triste y devastadora”.

En 2021, habló abiertamente sobre cómo la fama la golpeó con fuerza: “Los tabloides me bautizaron como ‘Tan Mom’ y fue como vivir en medio de un huracán mundial”. Siguió defendiendo su inocencia en cuanto a las acusaciones con su hija y aseguró que el dueño del salón negó que la niña hubiera ingresado a la cabina de bronceado. Aquel episodio le costó mucho más que su reputación: perdió “dos casas”, su energía y parte de su espíritu. Su esposo Richard fue su mayor apoyo… hasta su fallecimiento en 2021.

En mayo de 2022, Patricia compartió que estaba decidida a cambiar su vida: “He cambiado mi forma de ver la vida. Ya no permito que me falten el respeto. Dejé de salir de fiesta y hacer locuras”. Sin embargo, una publicación de septiembre de ese mismo año, en la que se la veía en un spa con servicios de bronceado, generó dudas sobre si realmente había abandonado ese hábito. A pesar de ello, en enero de 2023 subió una foto a Instagram donde su apariencia lucía notablemente más natural y con un tono de piel mucho menos extremo. En esa imagen, escribió: “Me estoy recuperando de la gripe y me arreglé el cabello. Gracias a Dios, ¡qué pesadilla fue ese resfriado! Espero que todos estén bien. ¡Los amo!”. Los comentarios fueron muy positivos, y muchos la elogiaron por su aspecto “hermoso” y “maravilloso”. Su nueva imagen sugiere que podría estar dando pasos reales hacia una vida más saludable.

Hoy, el público sigue con atención su evolución, preguntándose si esta transformación es solo temporal o si la “Tan Mom” realmente ha dejado atrás su vieja imagen para escribir un nuevo capítulo, más sereno y luminoso, en su vida.