A medida que la princesa Ana se acerca a su 75º cumpleaños, un nuevo retrato oficial de la Princesa Real ha acaparado la atención del público. Compartida en Instagram por el fotógrafo real Chris Jackson, la imagen muestra a Ana junto a su esposo, Sir Timothy Laurence, en el Castillo de Windsor. En la fotografía, luce un refinado moño bajo —un cambio respecto a su característico peinado voluminoso— adornado con una tiara de diamantes y la tradicional banda ceremonial. Los seguidores elogiaron su elegancia, destacando el parecido con su madre, la fallecida reina Isabel II, y describiendo la foto como “hermosa” e impactante.

El estilo capilar de la princesa siempre ha despertado curiosidad. En un documental de 2020, Ana confesó que su famoso recogido solo le llevaba “10 o 15 minutos” en arreglarse, un fuerte contraste con las horas que la actriz Erin Doherty debía invertir para recrearlo en The Crown. La diseñadora de peluquería de la serie, Cate Hall, explicó que se utilizó una peluca especial en forma de “escalera” para lograr el volumen y la estructura característicos, resaltando cómo este peinado ha funcionado como una forma de autoexpresión dentro de la estricta disciplina con la que fue educada.

La dedicación de la Princesa Real a sus deberes sigue siendo inquebrantable. En una entrevista reciente, rechazó la idea del retiro, afirmando: “No creo que exista un programa de jubilación en esta vida en particular.” Conocida por su ingenio rápido y su carácter sencillo, Ana protagonizó un momento memorable cuando un niño le dijo: “No pareces una princesa”, a lo que ella respondió con humor: “Gracias a Dios por eso, me alegra escucharlo.” Ese toque de humildad y simpatía continúa conquistando al público.

Su resiliencia quedó en evidencia tras el grave accidente ecuestre que sufrió en junio de 2024, que le provocó una conmoción cerebral y pérdida temporal de memoria. A pesar de haber permanecido cinco noches hospitalizada, reapareció pocas semanas después en un acto de la Asociación de Equitación para Personas con Discapacidad (RDA). Aunque lucía un visible hematoma en el rostro, muchos usuarios en redes sociales elogiaron su determinación, llamándola “fabulosa” e inspiradora por su rápida reincorporación a la vida pública.

Durante ese evento, adaptado para facilitar su recuperación, la princesa se mostró cercana y afectuosa con los asistentes, reflejando su compromiso como patrona y presidenta de larga trayectoria de la organización. Su presencia, incluso tras una lesión seria, subraya su amor por los caballos y su firme rechazo a quedarse al margen.

Hoy, al aproximarse a los 75 años, la princesa Ana sigue encarnando resiliencia, ingenio y una devoción inquebrantable al servicio público, asegurando su lugar como una de las figuras más respetadas y admiradas de la familia real británica.