Después de que los médicos le dieran un “cero por ciento” de posibilidades de sobrevivir, el bebé por nacer de una madre desafió todas las probabilidades, ganándose el apodo de “Baby Hulk” debido a su rara condición. Armani, hija de Chelsey y Blake Milby, nació con linfangioma, una enfermedad que provoca crecimientos no cancerosos en los vasos linfáticos. Como resultado, su torso superior y brazos se agrandaron de manera inusual, dándole la apariencia de una pequeña culturista y llevando a su madre a llamarla cariñosamente “Mini Hulk”.

La condición de Armani fue diagnosticada durante la semana 17 del embarazo de su madre. Al nacer, pesó 12 libras, lo que provocó que extraños asumieran que Chelsey esperaba trillizos. A pesar del pronóstico sombrío, Armani mostró una resiliencia extraordinaria, sorprendiendo a todos en la sala de parto al llorar tras su nacimiento por cesárea a las 33 semanas. Su padre, Blake, estaba fuera de la sala rezando, mientras Chelsey recordó sentirse abrumada por el miedo y sufrir un ataque de pánico antes del nacimiento.

Al recibir el diagnóstico inicial, Chelsey se sintió devastada y desconsolada. Admitió que nunca había escuchado sobre esta condición y se inquietó con las imágenes que encontró durante su investigación. Expresó su angustia emocional, preguntándose por qué su hija había sido afectada cuando tenía otros dos hijos sanos. Sin embargo, su perspectiva cambió tras el nacimiento de Armani. Al verla por primera vez, su emoción predominante fue de gratitud, y confesó que sus lágrimas ya no eran de miedo, sino de asombro ante la vista de su hija.

Después del nacimiento, Armani y su familia fueron trasladados a un hospital especializado en Cincinnati, donde la pequeña comenzó su recuperación. Chelsey también compartió que atravesó depresión posparto durante este período tan desafiante. Describe su experiencia como una “montaña rusa”, reconociendo las dificultades diarias pero manteniéndose decidida a ser fuerte por Armani y sus otros dos hijos.

La familia mantiene la esperanza en el futuro de Armani, ya que su condición podría mejorar con los próximos tratamientos quirúrgicos. Parte del exceso de líquido ya ha sido drenado de sus brazos, y su madre ahora la llama cariñosamente “Squishy”. Chelsey también señala que Armani está alcanzando hitos del desarrollo, como voltearse y tratar de decir “mamá”, lo que considera una señal de su excelente progreso. Los Milby están comprometidos a brindar la mejor vida posible a su bebé “milagro” y celebran su singularidad cada día.