Las madres suelen ser las mayores aliadas de sus hijos, celebrando sus logros con amor y orgullo. Un momento conmovedor entre Amber Wright y su hijo de 16 años, Brixton, capturó ese vínculo a la perfección. Después de que su equipo de fútbol ganara un partido, Brixton corrió hacia su madre y la levantó del suelo en un abrazo enorme, una muestra espontánea y llena de alegría que fue grabada en video y rápidamente se volvió viral.

Amber compartió el video en sus redes sociales, expresando su gratitud por ese instante y llamando a Brixton su “corazón entero”. Sin embargo, la publicación desató una ola de comentarios negativos, con algunos usuarios calificando el abrazo de inapropiado e incluso “sexual”. Sorprendida por las acusaciones, Amber las describió como “vil” y “repugnante”, explicando que proviene de una familia muy afectuosa y que aquel abrazo fue simplemente una expresión normal del orgullo y amor de una madre.

El abrazo también tenía un significado emocional más profundo. El número de camiseta de Brixton, el 44, era un homenaje a su difunto padre, quien falleció el 4 de abril. Amber explicó que Brixton estaba conmovido tras la victoria, y el abrazo era su manera de buscar consuelo y encontrar un “espacio seguro” en los brazos de su madre. El momento destacó el lazo perdurable entre madre e hijo, fortalecido por los recuerdos compartidos y el amor mutuo.

Brixton defendió a su madre en un mensaje a un amigo, llamando a Amber su “heroína”. Reveló que su padre había luchado contra el alcoholismo y con frecuencia se perdía los partidos, pero su madre siempre estuvo allí para apoyarlo. El abrazo, dijo, fue simplemente una expresión emocional de amor, un recordatorio de que el apoyo parental puede ser tan poderoso como reconfortante.

A pesar de las críticas, Amber y Brixton también recibieron un torrente de apoyo de otras madres que entendieron su estrecho vínculo. Muchas madres solteras compartieron experiencias similares, enfatizando que gestos afectuosos como los abrazos son una parte normal y saludable de la relación entre padres e hijos. La historia recuerda las maneras simples pero profundas en que el amor y la presencia moldean la vida de un niño.