Chris Punsalan, creador digital y músico filipino que reside en Estados Unidos, ha dedicado toda su juventud a cuidar de su abuela de 96 años, a quien llama con cariño “lola”. Desde 2016 asumió el papel de cuidador a tiempo completo, dejando de lado citas y planes de matrimonio para centrarse en sus necesidades. Su decisión, nacida del amor y el sentido de responsabilidad, no solo transformó su vida diaria, sino que también le ha permitido ganarse una gran comunidad de seguidores en línea.

Punsalan alcanzó notoriedad en noviembre de 2019, cuando publicó un video titulado *Un día en la vida*, en el que mostraba la rutina diaria de los cuidados. La grabación superó rápidamente el millón de visualizaciones y conmovió a personas de todo el mundo, en especial a quienes también se encargan de familiares mayores. La reacción tan positiva lo impulsó a seguir compartiendo, convirtiendo lo que en un inicio fue un proyecto personal de recuerdos en una plataforma llena de historias, consejos y ejercicios que reflejan tanto los retos como las recompensas de cuidar a un ser querido.

Un rasgo distintivo de su contenido es el uso del kapampangan, un dialecto filipino que emplea al comunicarse con su abuela. Para muchos espectadores, escuchar la lengua despierta recuerdos y refuerza el vínculo con sus raíces culturales, en especial para quienes viven lejos o han perdido a sus mayores. Aunque algunos críticos lo acusan de mostrar sus acciones solo para ganar atención, Punsalan se mantiene fiel a su propósito. Él concibe sus videos como una manera de motivar a las nuevas generaciones a valorar el cuidado dentro de la familia.

Su elección de convertirse en cuidador no fue sencilla. Con otros familiares ocupados en el trabajo y distintas responsabilidades, él decidió dar un paso al frente, impulsado por la gratitud hacia el amor y los cuidados que recibió de su abuela en el pasado. Reconoce que la adaptación fue dura, sobre todo al verla pasar de ser independiente a depender de otros. Aun así, se mantuvo firme en darle una vida digna en casa, evitando recurrir a un centro de cuidados.

Gracias a su entrega y capacidad para narrar su experiencia, Chris Punsalan ha transformado un acto de amor en un movimiento de compasión. Sus videos se han convertido en un apoyo valioso para otros cuidadores, ofreciéndoles aliento, orientación y la certeza de que no están solos. Más que simples publicaciones, su recorrido es un testimonio de cariño, sacrificio y del lazo inquebrantable entre abuelos y nietos.