Recordando a Betty White: ¡la actriz que una vez besó a un enorme oso grizzly!

Betty White fue una actriz legendaria cuya carrera en el mundo del espectáculo se extendió por más de 80 años, lo que le valió el título de “La Primera Dama de la Televisión.” Se convirtió en un verdadero ícono gracias a sus inolvidables papeles como Sue Ann Nivens en The Mary Tyler Moore Show y como la entrañable Rose Nylund en The Golden Girls, considerada por muchos su interpretación más memorable. White mantuvo su carrera activa hasta casi los 100 años, falleciendo el 31 de diciembre de 2021, tan solo unas semanas antes de cumplir un siglo de vida. Siempre atribuyó su longevidad a su actitud positiva y a su sentido del humor, aconsejando a todos no tomarse la vida —ni a sí mismos— demasiado en serio.
Más allá de su brillante trayectoria artística, Betty White tuvo una profunda y duradera pasión por los animales. Su amor por la naturaleza nació en su infancia, inspirado por las vacaciones familiares en Sierra Nevada, donde soñaba con convertirse en guardabosques, un trabajo que en aquel tiempo no estaba disponible para las mujeres. Con el paso de los años, su compromiso con el bienestar animal se convirtió en uno de los pilares de su vida. A menudo decía que su trabajo en la televisión era una forma de financiar y apoyar su verdadera vocación: la protección de los animales.
White colaboró activamente con numerosas organizaciones, como la Morris Animal Foundation, la Los Angeles Zoo Commission y la African Wildlife Foundation. Su amor por los animales se hizo aún más visible en la década de 1970, cuando presentó la serie televisiva The Pet Set. A lo largo de su vida escribió dos libros dedicados a su pasión por los animales y, solo en 2008, donó cerca de 100.000 dólares al Zoológico y Jardines Botánicos de Los Ángeles, reafirmando así su compromiso inquebrantable con la causa.
Su conexión con los animales quedó bellamente reflejada en el documental de 2018 Betty White: First Lady of Television. En una escena que conmovió a muchos, se la ve acariciando y besando en la frente a un enorme oso grizzly en el zoológico de Los Ángeles. El animal respondió con ternura, tomando golosinas de su mano, demostrando la capacidad única de Betty para conectar con cualquier criatura y su valentía llena de compasión.
En el plano personal, White también vivió una historia de amor que marcó su vida junto a su esposo, Allen Ludden, a quien conoció en el programa Password en 1961 y con quien se casó en 1963. Su matrimonio duró hasta la muerte de Ludden en 1981. A pesar de su enorme fama, Betty nunca abandonó su compromiso con la defensa de los animales, consolidando su legado no solo como una genio de la comedia, sino también como una de las defensoras más queridas y admiradas de los derechos de los animales en Hollywood.