Natalie Wood fue una actriz estadounidense que se convirtió en una de las estrellas más queridas y talentosas de la Edad de Oro de Hollywood. Nacida como Natalia Nikolaevna Zakharenko el 20 de julio de 1938 en San Francisco, California, de padres inmigrantes rusos, Wood comenzó su carrera actoral siendo apenas una niña. Apareció en su primer filme a los 4 años en Happy Land (1943) y rápidamente se volvió un rostro reconocible en la industria. Su gran oportunidad llegó con Miracle on 34th Street (1947), donde interpretó a la joven Susan Walker, papel que conquistó al público y sentó las bases para una larga y exitosa trayectoria en el cine.

A medida que crecía, la versatilidad de Natalie se expandió más allá de los roles infantiles, asumiendo personajes maduros y complejos. Durante los años 50 protagonizó una serie de filmes aclamados por la crítica, incluyendo Rebel Without a Cause (1955), donde compartió pantalla con James Dean y Sal Mineo. Su interpretación de Judy, una adolescente en conflicto, le valió reconocimiento generalizado y la consolidó como una de las principales actrices de su época. También destacó en The Searchers (1956) y The Girl He Left Behind (1956), demostrando su capacidad para adaptarse a distintos géneros y personajes.

En las décadas de 1960 y 1970, la carrera de Wood siguió en ascenso con papeles en películas como West Side Story (1961), Splendor in the Grass (1961) y Love with the Proper Stranger (1963). Su interpretación de María en West Side Story es considerada una de sus actuaciones más icónicas y le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz. Conocida por su belleza cautivadora, su profundidad emocional y su vulnerabilidad, Natalie se convirtió en una de las actrices más solicitadas de su generación. Su habilidad para equilibrar papeles ligeros con personajes dramáticos complejos le permitió mantenerse relevante en Hollywood a lo largo de los años.

La vida personal de Wood fue tan destacada como su carrera. Se casó con el actor Robert Wagner en 1957, aunque su relación enfrentó dificultades y se divorciaron en 1962; más tarde, se reencontraron y volvieron a casarse en 1972. También tuvo un romance muy mediático con el actor Warren Beatty, con quien compartió escena en Splendor in the Grass. A pesar de la atención de los medios sobre su vida amorosa, Natalie continuó siendo una actriz respetada, reconocida por su dedicación al arte. Su carrera y su vida personal reflejaron la complejidad de la fama en Hollywood, combinando éxitos rotundos con momentos de turbulencia.

Trágicamente, la vida de Natalie Wood terminó demasiado pronto: falleció el 29 de noviembre de 1981, a los 43 años. Se ahogó mientras estaba en un yate frente a la costa de la isla Catalina, un hecho rodeado de misterio y que ha sido objeto de numerosas investigaciones y especulaciones. Su muerte fue catalogada como un accidente, pero aún persisten muchas dudas sobre las circunstancias que la rodearon. A pesar de su partida prematura, el legado de Wood como actriz talentosa perdura. Es un ícono eterno de Hollywood, recordada por sus actuaciones inolvidables, su belleza y su capacidad de dotar de complejidad y profundidad a cada personaje que interpretó.