Caren Marsh Doll, quien este año alcanzó la asombrosa edad de 106 años, es uno de los últimos vínculos vivos con la Época Dorada de Hollywood. Nacida el 6 de abril de 1919, su vida y su carrera abarcan más de un siglo de historia cinematográfica. Aunque nunca fue una estrella famosa, su trabajo detrás de las cámaras dejó una huella profunda en algunas de las películas más queridas de todos los tiempos, lo que la convierte en una figura muy apreciada entre los amantes del cine clásico.

Su contribución más conocida llegó en 1939, cuando trabajó como doble de Judy Garland en El mago de Oz. Marsh Doll colaboró estrechamente con la joven Garland durante el rodaje, sustituyéndola en pruebas de iluminación, posiciones de cámara y ensayos. Aunque el público veía a Garland en pantalla, Marsh Doll fue parte esencial del proceso que dio vida a su inolvidable personaje. Siempre recordaba aquella época con cariño: el compañerismo del equipo, la magia del set y la emoción de formar parte de una película destinada a convertirse en un icono cultural eterno.

Ese mismo año apareció como extra en Lo que el viento se llevó, otra producción legendaria. Haber participado, casi de manera consecutiva, en dos obras maestras del cine fue una coincidencia extraordinaria que Marsh Doll aprovechó con entusiasmo. Si bien sus papeles fueron pequeños, su presencia en esas producciones la situó entre la multitud de actores y bailarines que, sin gran reconocimiento público, sostuvieron el esplendor de Hollywood en su época más grande.

En 1949 su vida dio un giro dramático cuando sobrevivió a un devastador accidente aéreo. El avión se estrelló en las colinas de Chatsworth, California, y la mayoría de los pasajeros perdió la vida. Marsh Doll sufrió graves quemaduras y múltiples heridas, pero logró recuperarse con una determinación admirable. Su supervivencia se convirtió en una historia inspiradora de fortaleza y valentía. Tras su larga recuperación, volvió a trabajar como actriz y bailarina, negándose a permitir que ese episodio marcara su destino.

Hoy, con 106 años, Caren Marsh Doll es recordada no solo por su papel en el cine clásico, sino también por su increíble longevidad y su espíritu indomable. Representa un Hollywood que ya no existe: estudios gigantescos, colores de Technicolor y artistas que, aunque no siempre estuvieron bajo los reflectores, ayudaron a construir los cimientos del cine moderno. Su vida es un homenaje a la dedicación, al coraje y a la importancia de quienes hicieron historia desde las sombras.