A primera vista, esta residencia en Clinton, Maryland, EE. UU., parece una típica casa de dos pisos de estilo colonial con una fachada de ladrillo rojo y elegantes columnas blancas que sostienen un balcón.

Para ahorrar en costos de calefacción, un estadounidense construyó su hogar bajo tierra.

Sin embargo, si retrocedes unos pasos, se revela el verdadero secreto del edificio: la casa ecológica está enterrada bajo una gruesa capa de tierra.

Gracias al aislamiento natural, se logran importantes ahorros de energía. En promedio, los propietarios pagan solo $150 al mes en servicios públicos.

La superficie total de la casa, construida en 2006, es de 300 metros cuadrados. A pesar de su apariencia peculiar, la residencia cuenta con todas las comodidades modernas: tres dormitorios, dos baños, un garaje independiente para dos autos, una chimenea y una cocina gourmet con comedor separado.