Amor perduradero: El viaje de Samuel L. Jackson y Latanya Richardson a través de décadas de romance, pruebas y transformación

Samuel L. Jackson conoció a LaTanya Richardson en la década de 1960.
En ese momento, él era un estudiante de Biología Marina en el Morehouse College, mientras que ella estaba inscrita en el Spelman College, ambos en Atlanta. Después de unirse a un club de teatro para obtener créditos extra, se enamoró del escenario y cambió su especialización a drama.
Jackson solía ir a Spelman para actuar en obras de teatro; así fue como conoció a Richardson, quien se especializaba en teatro. La pareja conectó mientras participaba en un programa de drama y comenzaron a salir después. En aquel entonces, Atlanta era el epicentro donde muchos afroamericanos demandaban justicia racial, y Jackson era uno de ellos.
El futuro astro se graduó en 1972, y la pareja cortejó durante mucho tiempo e incluso salió con otras personas durante ese período. En 1976, la pareja se mudó a Nueva York para seguir carreras como actores. Finalmente, cuando Richardson tuvo que elegir a quién casarse, si a un chico rico o a un chico inteligente, decidió casarse con Jackson, señalando:
“Me casé con el chico inteligente.”
Después del nacimiento de su primera hija, Zoe, la actriz dejó de trabajar regularmente porque ella y su esposo habían jurado ser una familia revolucionaria unida. Sin embargo, fue un momento difícil para Jackson. Durante las primeras etapas de su matrimonio, Jackson se volvió adicto a sustancias ilegales y no estaba emocionalmente presente para su familia.
Sin embargo, superó sus luchas con la ayuda de su esposa, quien insistió en que se internara en un centro de rehabilitación. Aunque Richardson podría haberse ido, eligió quedarse y ayudar a su esposo a recuperarse. La actriz reveló que no podía dejarlo porque Dios le había dicho que no se fuera sino que ayudara a su esposo a recuperarse.
Ella dijo que habló con Dios sobre sus preocupaciones y se dio cuenta de que su esposo la necesitaba. Richardson confirmó que se habría ido si le hubiera dado la ayuda que necesitaba y aún quisiera irse. El actor, que lleva más de 30 años en recuperación, elogió a su esposa por ser su soporte y la persona que ayudó a cambiar su vida para mejor, al revelar:
“Ella me dio la oportunidad de ser el hombre que se suponía que debía ser.”
Una vez que salió de rehabilitación, Jackson fue elegido para protagonizar “Jungle Fever” de Spike Lee en 1991, y su carrera ha ido en aumento desde entonces. La pareja ha permanecido unida en las buenas y en las malas para superar las adversidades. Jackson también atribuye el amor de su familia a ayudarlo a convertirse en el hombre que estaba destinado a ser.