Angela Lansbury, la actriz británico-estadounidense y una de las últimas estrellas de la Época Dorada de Hollywood, disfrutó de una trayectoria artística que se extendió por casi ocho décadas. Se convirtió en un nombre familiar gracias a películas icónicas como The Manchurian Candidate y La bruja novata, y, sobre todo, por su legendaria interpretación de Jessica Fletcher en la longeva serie Se ha escrito un crimen. Su talento brilló también en el teatro, donde obtuvo cinco premios Tony, y en el doblaje de clásicos animados como La bella y la bestia y Anastasia. A lo largo de su vida, recibió incontables reconocimientos, incluido un Óscar honorífico por su enorme aporte al mundo del arte.

Nacida en Londres en el seno de una familia de clase media acomodada, Lansbury enfrentó dificultades tempranas tras la muerte de su padre, que dejó a su madre en aprietos económicos. La familia emigró a Estados Unidos para escapar del bombardeo de Londres. Su carrera en Hollywood comenzó con apenas 17 años, cuando firmó contrato con MGM. Su primera gran oportunidad llegó con Gaslight (1944), papel que le valió una nominación al Óscar y la consolidó como una promesa. Sin embargo, cansada de ser encasillada en papeles secundarios de mujeres mucho mayores que ella, decidió abandonar MGM en 1952 y dedicarse por un tiempo a su familia.

Cuando regresó, siguió enfrentando el mismo estereotipo, interpretando a villanas o a mujeres de mayor edad. Con 36 años encarnó a la madre de Elvis Presley en Blue Hawaii, aunque él tenía solo 26. Su aclamada actuación como la manipuladora madre de Laurence Harvey en The Manchurian Candidate (1962) le valió su tercera nominación al Óscar. No obstante, en la década de los 80, ya con más de 60 años, alcanzó su papel más celebrado: Jessica Fletcher. Con ingenio y carisma, dio vida a una escritora convertida en detective que se volvió inolvidable para generaciones enteras de espectadores.

A lo largo de su brillante carrera acumuló tres nominaciones al Óscar, siete al Tony —ganando en cinco ocasiones—, además de recibir el Óscar honorífico en 2014. Más allá de la actuación, se distinguió por su compromiso social, apoyando causas contra la violencia doméstica y en favor de la concienciación sobre el VIH/SIDA. Su pasión artística, unida a su filantropía, la consolidaron como una figura querida e influyente tanto en la cultura como en la vida pública.

En lo personal, Lansbury vivió una vida plena. Su primer matrimonio con el actor Richard Cromwell duró menos de un año, aunque mantuvieron siempre una buena amistad. En 1949 se casó con el actor y productor Peter Shaw, con quien compartió más de medio siglo de matrimonio y tuvo dos hijos. Shaw fue un compañero incondicional hasta su muerte en 2003, una pérdida que Angela afrontó con profundo dolor, aunque siempre guardó con cariño los recuerdos de esa unión. Angela Lansbury falleció el 11 de octubre de 2022, a los 96 años, dejando un legado imborrable en el cine, la televisión y el teatro.