Cuando Angelica Bowering nació el 6 de mayo de 2018, sus padres notaron de inmediato su belleza impactante, resaltada por una característica marca de nacimiento color vino tinto con forma de corazón en su rostro. Sin embargo, a medida que crecía, la familia tuvo que enfrentarse a una ola de comentarios crueles e insensibles sobre esa marca. Extraños en internet hacían críticas duras, llegando a llamar a la pequeña “horrible” o un “defecto”, e incluso comparaban su apariencia con algo “puesto sobre un sartén”.

A pesar de la negatividad, los padres de Angelica, Marianna y su esposo, se mantuvieron firmes en su misión de criar a su hija con confianza y amor propio. Creen que su marca de nacimiento es algo que debe celebrarse, no esconderse. Marianna, en particular, se sintió desanimada cuando algunas personas sugerían que Angelica algún día podría cubrir la marca con maquillaje o esperar que desapareciera. Para ella, la idea de que su hija tuviera que ocultar su belleza natural para cumplir con estándares convencionales era inaceptable.

Decidida a desafiar estas ideas, Marianna decidió abrazar la marca de nacimiento de una manera audaz y personal. Inspirada por el Día de Concienciación sobre las Marcas de Nacimiento Vasculares, primero pintó un pequeño corazón en su mejilla, pero luego fue más allá: recreó la mancha de vino tinto de Angelica en su propio rostro. Su mensaje fue poderoso y directo: “Quería ser tan hermosa como ella.” Con esto, demostró a Angelica y al mundo que la marca no es un defecto, sino un rasgo que define la belleza.

El gesto de Marianna fue más que simbólico; fue un acto de amor y orgullo. Incluso antes de esto, había encontrado formas creativas de hacer que la marca de nacimiento fuera especial, a veces decorándola con brillo para que resaltara. Estos actos de apoyo ayudan a que Angelica crezca rodeada de positividad y fortaleza, aprendiendo que su singularidad es algo que debe valorarse y no criticarse.

Además de los desafíos emocionales, las marcas de vino tinto a veces pueden estar relacionadas con problemas de salud, como el glaucoma. Afortunadamente, los Bowering han compartido que Angelica está “totalmente saludable”, aunque continúa con revisiones médicas periódicas por precaución. Su historia no solo habla de resiliencia, sino también del poder de la aceptación. Al celebrar la individualidad de Angelica, su familia demuestra que la verdadera belleza reside en abrazar aquello que hace única a cada persona.