Incluso los cirujanos plásticos tienen sus límites, especialmente cuando la edad se acerca a los 90. Priscilla Presley, viuda de Elvis Presley, fue fotografiada recientemente caminando por las calles de Los Ángeles, llamando la atención por su apariencia. A lo largo de los años, se ha sometido a numerosos procedimientos estéticos, incluidos lifting facial, tratamientos con Botox, rinoplastia y levantamiento de cejas. Sin embargo, Priscilla nunca ha admitido abiertamente haber recurrido a la cirugía plástica para mantener su aspecto juvenil.

Durante muchos años, Priscilla mantuvo en privado sus retoques estéticos, pero en 2003 sufrió un grave contratiempo. Fue tratada por un profesional sin licencia que le inyectó silicona de grado industrial en el rostro. “No tenía idea de que me estaban inyectando silicona”, declaró Priscilla, y el procedimiento dejó su apariencia alterada de manera permanente. A pesar de ello, ha continuado mostrando su elegancia y compostura en público.

Los fans y los transeúntes no tardaron en compartir sus reacciones ante sus fotos recientes. Muchos elogiaron su belleza y gracia, señalando que todavía se mueve con estilo y sofisticación. Comentarios como: “Sigue luciendo increíble. Tan elegante y hermosa” o “Para tener 80 años, se ve espectacular incluso después de la cirugía plástica”, reflejan la admiración que sigue inspirando.

Al mismo tiempo, algunos críticos expresaron opiniones más duras, cuestionando sus logros y decisiones de vida. Comentarios como: “Ha sido un parásito del nombre de su exesposo toda su vida” o “Priscilla no ha logrado nada en su vida. Qué bendición que se haya casado con el gran Presley”, muestran lo polarizante que resulta la opinión pública sobre su vida y legado.

A pesar de las reacciones encontradas, muchos también reconocen su resiliencia. Habiendo sobrevivido a su esposo, su hija y su nieto, Priscilla ha enfrentado tragedias personales con fortaleza. Los observadores continúan celebrando su elegancia y confianza, describiéndola como “una mujer inteligente y hermosa” que se comporta como una verdadera aristócrata, demostrando que la gracia y la dignidad perduran incluso frente a la adversidad.