De una infancia marcada por la privación y las dificultades, ella logró convertirse en una estrella global. Nacida en Carolina del Sur en 1965, sus primeros años los pasó en una choza de una sola habitación en la granja de su abuela. Su familia, viviendo en la pobreza, se mudó a Rhode Island en busca de mejores oportunidades, pero continuó enfrentando grandes desafíos. Vivían en un edificio condenado sin plomería ni calefacción, y la inseguridad alimentaria era una lucha constante. A menudo, ella y sus hermanos buscaban comida en la basura o robaban de las tiendas, lo que le dejó una profunda vergüenza que la acompañó durante años.

A pesar de estas duras condiciones, estaba decidida a romper el ciclo de pobreza. Su pasión por la educación y la actuación se convirtió en su escape. La escuela fue un refugio donde destacó académicamente, mientras que las actividades extracurriculares como los deportes y el teatro le ofrecieron una salida para su creatividad. A los siete años, comenzó a actuar con sus hermanas en concursos de talentos locales, lo que despertó su amor por el escenario. Esta determinación la llevó a obtener una beca para Rhode Island College, y luego a Juilliard, donde superó probabilidades abrumadoras para conseguir uno de los 14 lugares entre 2,500 solicitantes.

Su formación en Juilliard la preparó para una exitosa carrera en la industria del entretenimiento. Después de graduarse, rápidamente se hizo un nombre en el teatro, recibiendo su primera nominación al Premio Tony a los 29 años por su papel en “Seven Guitars”. Pronto, Hollywood se fijó en ella, y dio el salto al cine y la televisión. Su interpretación más destacada llegó con la película de 2008 Doubt, que le valió una nominación al Oscar. Después de esto, su papel en The Help consolidó aún más su lugar en Hollywood, y en 2015, hizo historia al convertirse en la primera mujer negra en ganar el Emmy a la Mejor Actriz Principal en una Serie Dramática por How to Get Away with Murder.

Más allá de su impresionante carrera, ha utilizado su plataforma para abogar por el cambio social. Habiendo crecido enfrentando el hambre, se convirtió en defensora de la nutrición infantil a través de su trabajo con la campaña Hunger Is. Recaudó millones para ayudar a garantizar que los niños tuvieran acceso a comidas nutritivas, afirmando con pasión que no hay excusa para que los niños pasen hambre en un país tan rico como EE. UU. También ha hablado abiertamente sobre las cicatrices emocionales de su pasado, reflexionando sobre el trauma que sufrió en sus memorias Finding Me y utilizando sus experiencias para inspirar a otros.

Hoy, Viola Davis disfruta de una vida lejos de las dificultades de su niñez. Casada con el actor y productor Julius Tennon, ella y su esposo adoptaron a su hija, Genesis. En 2020, en su 55 cumpleaños, Davis compró la casa en ruinas donde nació, un símbolo de su increíble viaje. De una infancia en la pobreza rodeada de ratas y hambre a ser dueña de la casa de su niñez, la vida de Davis es un testimonio de resiliencia, trabajo duro y el poder de soñar en grande.