Con apenas dos años, Judy Garland, cariñosamente apodada “Baby”, hizo su debut en el escenario en el cine de su padre, The New Grand Theater. Vestida para un espectáculo navideño, se unió a sus hermanas en una animada interpretación de “Jingle Bells”, encantando al público con su incipiente talento escénico. Incluso a tan corta edad, estaba claro que Judy poseía un carisma y una habilidad natural que algún día la convertirían en una estrella.

Nacida como Frances Ethel Gumm en 1922, Judy Garland creció en una familia profundamente ligada al entretenimiento. Sus padres dirigían un negocio teatral, y Judy, junto con sus hermanas, estuvo inmersa en el mundo del espectáculo desde la infancia. Esta temprana exposición al escenario fomentó sus habilidades y sembró en ella un profundo amor por la música y la actuación. Su voz, expresiva y llena de emoción, la distinguía incluso entre los numerosos niños artistas de la época.

Al llegar a la adolescencia, Judy Garland ya había captado la atención de los cazatalentos de Hollywood. Firmó con los estudios MGM y rápidamente alcanzó la fama, protagonizando una variedad de películas. Su gran salto llegó con el querido musical El Mago de Oz (1939), donde interpretó a Dorothy. La actuación de Garland, especialmente su interpretación de “Over the Rainbow”, se volvió icónica y consolidó su estatus como una de las jóvenes estrellas más brillantes de Hollywood.

A lo largo de su carrera, el talento de Judy Garland fue acompañado de una gran resiliencia. A pesar de enfrentar dificultades personales y retos detrás del escenario, continuó cautivando al público tanto en la pantalla como en los escenarios de conciertos alrededor del mundo. Su capacidad para transmitir emociones profundas a través del canto y la actuación le valió reconocimiento crítico, numerosos premios y un legado duradero en el entretenimiento estadounidense.

Hoy, Judy Garland es recordada como una de las figuras más perdurables del Viejo Hollywood. Desde sus humildes comienzos como artista de dos años en el teatro de su padre hasta su legendario papel como Dorothy, su historia es un testimonio de talento extraordinario, determinación y corazón. Su influencia sigue inspirando a generaciones de intérpretes, asegurando que el legado de “Baby” Garland continúe vivo.