Eddie Murphy, una figura legendaria en la comedia y el cine durante más de tres décadas, es recordado por sus actuaciones inolvidables en éxitos como Un detective suelto en Hollywood, Un príncipe en Nueva York y Shrek. Aunque su carrera ha divertido a varias generaciones, su vida personal también está llena de significado: es un padre dedicado de diez hijos y lleva con orgullo el título de “abuelo”. Desde 2012, comparte una sólida relación con Paige Butcher, una exmodelo y actriz australiana que se ha convertido en una pieza clave dentro de su extensa y unida familia.

El camino de Paige Butcher la llevó desde Australia hasta Los Ángeles, atraída por su belleza natural y estilo de vida al aire libre, tras haber vivido en el ajetreo de Nueva York. Aunque tuvo una carrera en el modelaje y participó en pequeñas producciones cinematográficas, hoy prefiere la tranquilidad, dedicándose a proyectos creativos como la jardinería y la restauración de muebles. Además, ha colaborado con Habitat for Humanity, demostrando su compromiso con causas significativas. En una era dominada por las redes sociales, Paige elige mantenerse al margen, priorizando la privacidad de su vida junto a Murphy.

Su historia de amor comenzó en 2012, y se dice que Murphy no solo se sintió atraído por su belleza, sino también por su personalidad auténtica y serena. Con el tiempo, su vínculo se fortaleció y se comprometieron en 2018. A diferencia de muchas parejas famosas, no se apresuraron a casarse, prefiriendo construir una base sólida. Murphy, quien tuvo cinco hijos con su exesposa Nicole Murphy, encontró en Paige a una compañera comprensiva, que ha acogido a su familia con cariño y paciencia.

Pese a su fama y su pasado sentimental algo complejo, Eddie siempre ha dado prioridad a sus hijos. Habla de ellos como la mayor bendición de su vida y resalta lo importante que es estar presente como padre. Junto a Paige, tuvo dos hijos más, ampliando aún más su numerosa familia. Su relación no solo los ha unido más, sino que también ha marcado el inicio de una nueva etapa en su vida: la de ser abuelo, un rol que desempeña con orgullo y ternura.

Juntos, Eddie Murphy y Paige Butcher demuestran que el amor duradero y la armonía familiar también son posibles después de los 50. Su relación, que ya se extiende por casi una década, está basada en el respeto mutuo, valores compartidos y un deseo común de vivir alejados del ruido de la fama. Al poner a la familia por encima del espectáculo, nos muestran una versión refrescante y real de lo que puede ser una relación plena en el mundo de Hollywood.