El chico se abrió paso en secreto hacia una casa abandonada: ¡simplemente quedó atónito por el repentino hallazgo en la sala de estar!

Daniel Sims, un inglés aficionado a explorar estructuras abandonadas, se topó con un hallazgo particularmente inquietante cerca de Lincolnshire no hace mucho tiempo. El exterior del edificio despertó su curiosidad, pero fue el interior lo que realmente lo cautivó.
Anteriormente hogar de dos granjeros criadores de caballos, el edificio albergaba intrigantes reliquias de su pasado.
En los establos, Daniel desenterró un cuaderno de granjero, fotografías antiguas y reconocimientos ecuestres. Su exploración continuó por la casa, donde descubrió un tesoro de cómics antiguos y otro conjunto de notas intrigantes.
El descubrimiento más inquietante lo esperaba en la sala de estar. En medio de la penumbra, divisó siluetas de figuras sentadas.
Al inspeccionar más de cerca, se dio cuenta de que eran maniquíes dispuestos alrededor de una mesa de té. La escena, aunque inesperada, le envió escalofríos por la espina dorsal.
Reflexionando sobre el encuentro, Daniel expresó sorpresa y un toque de inquietud.
No podía imaginar quién concebiría un cuadro tan peculiar.
A pesar de su curiosidad, los detalles sobre los ocupantes anteriores de la casa siguen siendo esquivos, dejándolo con una persistente sensación de asombro y aprensión.