El destino le dio una oportunidad: ¿cómo vive Susan Boyle, la misma mujer que causó sensación en el programa de talentos?
En 2009, la vida de la ama de casa inglesa Susan Boyle cambió drásticamente. Una mujer modesta, descuidada y peculiar de 47 años subió al escenario de un popular programa de talentos y cautivó a toda la nación con la fuerza de su voz extraordinaria.
Susan, la octava hija en una gran familia escocesa, enfrentó desafíos de salud debido a un trastorno del flujo sanguíneo en el cerebro. La apodaron “Susan la tonta” y, siendo torpe y peculiar, encontró consuelo en el canto, la única cosa que la hacía feliz.
Gran parte de su vida la dedicó al cuidado de su madre enferma. No pudo establecer una vida personal, no recibió educación y nunca trabajó. Vivía en la casa de sus padres con un subsidio de desempleo hasta los 47 años, cuando ocurrió un milagro.
Después de participar en “Britain’s Got Talent”, la fama se abatió sobre Susan. Millones vieron su actuación en video, la prensa comenzó a escribir sobre ella, y la invitaron a diversos programas y espectáculos. Sin embargo, debido al estrés, sufrió un colapso nervioso y fue ingresada en un hospital psiquiátrico, donde le diagnosticaron el síndrome de Asperger.
Con el tiempo, Susan se acostumbró a su nueva vida y decidió hacer realidad su antiguo sueño. Grabó su primer álbum, que fue un gran éxito. Sorprendentemente, uno de los jueces del programa de talentos, Peter, que se burló de ella, le entregó un disco de platino. Las ventas de su álbum debut superaron el millón de copias, y al año siguiente alcanzaron los 14 millones.
Susan se convirtió en una auténtica estrella. Se puso en forma, contrató a un estilista y recurrió a especialistas en belleza. También cumplió otro de sus sueños al comprar tierra contigua y ampliar su propiedad.
Hoy, Susan Boyle tiene 61 años y sigue siendo una cantante muy solicitada. Mantiene un blog en redes sociales, cuenta con muchos amigos, incluyendo celebridades. La fama y la riqueza no la han cambiado, sigue siendo ella misma.
Su ejemplo demuestra que la apariencia no es lo más importante. Su inmenso talento, corazón bondadoso, alma pura, sinceridad y autenticidad conquistaron a casi todo el mundo. El destino le dio una oportunidad, y ella la aprovechó.