Ryan nació en 1980 en Michigan, EE. UU., con un peso de solo 5 libras y una altura de apenas 11 pulgadas. Su condición única al nacer incluía no tener brazos y tener piernas muy pequeñas.

Su crianza fue principalmente gestionada por su madre y su abuela. A pesar de sus diferencias, lo trataron como a un niño completamente normal. Este enfoque de crianza permitió que Ryan aprendiera a vivir una vida plena y alegre.

Desde una edad temprana, Ryan tuvo una gran pasión por los deportes. A los 7 años, ya había dominado el béisbol. Usaba su cabeza para sostener el bate contra su hombro, golpeando la pelota con facilidad. Con el mismo método, podía dibujar y escribir usando un bolígrafo o lápiz. A los 17 años, Ryan había maximizado sus capacidades físicas. Se graduó de la secundaria, se inscribió en la universidad, obtuvo su licencia de conducir y desarrolló un gran interés por el levantamiento de pesas.

Ahora, a los 40 años, Ryan mantiene una rutina regular en el gimnasio, trabaja como diseñador de aplicaciones móviles y habla en diversos foros como orador motivacional. Se ha convertido en una verdadera celebridad en EE. UU., inspirando a otros con su ejemplo.

A pesar de saber que sus propios hijos podrían compartir su condición, Ryan, después de discutirlo con su esposa, decidió firmemente convertirse en padre. En 2015, la pareja dio la bienvenida a su hijo, Owen. Las piernas de Owen están ligeramente más desarrolladas que las de su padre, y es muy activo. Le encanta jugar con bloques de espuma, maniobrando con sus dientes.

Owen es un niño muy creativo con talento musical y sueña con aprender a tocar un instrumento musical. Moana nació en agosto de 2017 y pronto cumplirá 3 años. Al igual que Owen, heredó las características de su padre. Está aprendiendo a nadar y disfruta caminar sobre la hierba. Ryan hace todo lo posible por pasar el mayor tiempo posible con sus hijos, enseñándoles a vivir plenamente y a menudo llevándolos a sus compromisos como orador. Owen y Moana se sienten muy orgullosos de ver a su padre en un gran escenario.

Ryan Hudson-Peralta está agradecido con sus padres y abuela por la crianza que le proporcionaron. Está dedicado a criar a sus hijos de la misma manera, creyendo que se convertirán en personas respetables y orientadas a objetivos. ¡Solo queda desearles toda la suerte del mundo!