Melania Trump, esposa de Donald Trump, puede que no sea una de las primeras damas más reconocidas en la historia de Estados Unidos, pero ciertamente genera un gran interés. Cuando se convirtió en Primera Dama de los Estados Unidos durante dos mandatos (un hecho histórico), la atención pública hacia ella creció enormemente. Durante el primer mandato de Trump, Melania fue un modelo de contención, permaneciendo a la sombra de su esposo y evitando involucrarse en la política.

Evitaba hacer declaraciones audaces, prefiriendo mantenerse fuera del centro de atención y optando por apariciones públicas modestas. Sin embargo, su estilo y apariencia siempre llamaban la atención, manteniéndola firmemente en la conversación pública, especialmente entre críticos de moda y admiradores.

Melania Trump es una mujer conocida por su impecable apariencia y su estilo de vida elegante. Su moda puede describirse fácilmente como “el estilo de la esposa de un multimillonario”. Aparece regularmente en portadas de revistas, y muchas mujeres intentan emular sus elecciones de moda.

A pesar de su imagen glamurosa, es imposible ignorar las críticas sobre sus posibles procedimientos cosméticos, especialmente a los 54 años. Muchos sospechan que el secreto para mantener su aspecto juvenil está en manos de cirujanos plásticos y cosmetólogos. Aunque ella ha negado repetidamente estos rumores, la ausencia de arrugas en su rostro y cuerpo plantea preguntas. Cuando Melania se casó con Donald Trump en 2005, eligió a uno de los diseñadores más renombrados, Dior, para crear su vestido de novia.

El vestido fue magnífico, con una falda voluminosa, adornos intrincados y un diseño sin mangas. Se invirtieron más de mil horas en su creación y se utilizaron 90 metros de tela para fabricarlo. La cola del vestido medía casi 4 metros, mientras que el velo se extendía a 5 metros. Las perlas y piedras preciosas que adornaban el vestido pesaban varios kilogramos.

Todo el conjunto pesaba 27 kilogramos y costaba la impresionante suma de $200,000. Debido a su peso, Melania rápidamente se cambió a un vestido más liviano de Vera Wang después de la ceremonia. Este vestido de novia, como todo lo relacionado con Melania, fue un símbolo de lujo. Considerando el precio de $200,000 para el vestido de novia, parece modesto en comparación con el anillo de compromiso de $1.5 millones y la alianza de bodas de $400,000. ¡Donald ciertamente no escatimó gastos cuando se trató de su esposa!