Ex esposa de Trump: ¡Mira su impresionante transformación y cómo luce ahora!
Ivana Trump, conocida principalmente como la exesposa del multimillonario y expresidente de EE.UU. Donald Trump, llevó una vida marcada por la resiliencia y la reinvención. Nacida en 1949 en la Checoslovaquia socialista como Ivana Zelníčková, fue una esquiadora competitiva destacada desde su adolescencia, incluso formando parte del equipo nacional olímpico. Su temprano éxito en el deporte le permitió acceder a un mundo más amplio, despertando en ella el deseo de escapar de las limitaciones de su país natal. Un breve matrimonio con un hombre austriaco le dio la oportunidad de mudarse al Oeste, abriéndole un camino hacia una vida de libertad y oportunidades.
Después de su divorcio, Ivana se dedicó al modelaje, convirtiéndose rápidamente en una figura muy solicitada gracias a su belleza impactante. Su trabajo en revistas de moda le permitió alcanzar independencia financiera y fama, lo que la llevó a Nueva York, donde conoció a Donald Trump. Se casaron en 1977, y los 15 años de matrimonio de Ivana con Trump la situaron en el centro de la élite social de Nueva York.
Sin embargo, Ivana no era solo una “esposa de millonario”: estaba activamente involucrada en los negocios de su esposo, contribuyendo a importantes proyectos inmobiliarios y diseños de hoteles. Su estilo extravagante, caracterizado por su cabello voluminoso, atuendos audaces y joyas llamativas, la convirtió en una figura destacada, aunque no exenta de críticas.
El divorcio de Ivana con Trump a principios de los 90 marcó el comienzo de su carrera independiente. Recibió una compensación de 25 millones de dólares y utilizó su recién adquirida libertad para construir su propio imperio empresarial. Lanzó líneas de ropa y cosméticos, además de escribir varios libros, incluido un best-seller. Aunque su vida personal incluyó otros dos matrimonios cortos, Ivana siguió siendo una figura pública, desprendiendo encanto y confianza. A pesar de que superaba los 60 años, continuó buscando compañía, estableciendo relaciones significativas en sus últimos años.
Ivana nunca permitió que la edad la definiera, negándose a ajustarse a las expectativas sociales impuestas a las mujeres mayores. Conocida por sus elecciones de ropa juvenil y su audaz maquillaje, abrazó con confianza un estilo que coincidía con su espíritu interior, a pesar de las críticas. Su figura se mantenía esbelta, y aunque los años de cirugía plástica se hicieron evidentes, nunca vaciló en su estilo distintivo. El legado de Ivana Trump es el de fuerza, independencia y vivir la vida a su manera, negándose a que la edad o la crítica dictaran sus decisiones hasta su trágica muerte a los 73 años en 2022.