¡Fue declarada muerta durante 2 minutos, pero ahora nada como si nada!: ¡Así lucía antes y esta es la increíble historia de cómo llegó a este punto!

Ellie Challis, una atleta británica de tan solo 17 años, está lista para representar a Gran Bretaña en natación en los Juegos Paralímpicos de Tokio—una travesía marcada por la valentía, la constancia y una voluntad inquebrantable. Con apenas 16 meses de vida, Ellie enfrentó una batalla feroz contra la meningitis, una enfermedad que la dejó con apenas un 5% de posibilidades de sobrevivir. Como consecuencia, tuvieron que amputarle ambas piernas por encima de las rodillas y los brazos por debajo de los codos. Su padre, Paul, quien dejó todo para convertirse en su cuidador a tiempo completo, recuerda con angustia el momento en que el corazón de Ellie se detuvo durante dos minutos. Sin embargo, entre incontables visitas médicas y terapias, la pequeña Ellie desafió las probabilidades con una actitud luminosa, aprendiendo incluso a caminar antes que su hermana gemela.
El público británico conoció a Ellie por primera vez en 2006, cuando apareció en la portada del periódico The Sun caminando orgullosa con sus primeras prótesis, adquiridas gracias a donaciones de la comunidad. Aquella imagen conmovió al país entero y se convirtió en símbolo de esperanza y coraje. Desde temprana edad, Ellie dejó claro que su discapacidad no sería un obstáculo. Jugaba fútbol con amigos sin discapacidad y, a los 14 años, se convirtió en la primera amputada cuádruple británica en aprender a hacer snowboard. Su filosofía de vida lo resume con sencillez: “Todos asumen que no puedes hacer nada… hasta que te conocen.”
El camino de Ellie en la natación comenzó casi por casualidad en 2015, cuando se unió a un club local para personas con discapacidad. Pronto se hizo evidente su talento natural. En poco tiempo ingresó al equipo regional británico y comenzó a romper récords. En una competición internacional en abril de 2019, batió marcas británicas, europeas y mundiales en estilos mariposa y braza. Ese mismo año ganó una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Natación Paralímpica en Londres, todo mientras mantenía la vista fija en Tokio. Ni siquiera la pandemia logró detenerla: su padre construyó una piscina en casa para que pudiera seguir entrenando.
Hoy, como la integrante más joven del equipo paralímpico británico, Ellie se prepara para competir en cuatro pruebas individuales. Aunque ella misma reconoce que Ellie Simmonds, otra nadadora paralímpica, fue una gran fuente de inspiración, ahora es ella quien inspira a miles. Su actitud relajada y sonrisa contagiosa esconden el arduo trabajo y sacrificio que hay detrás. Para quienes la conocen, Ellie es la personificación del esfuerzo, la alegría y la determinación sin límites.
Más allá de su carrera deportiva, Ellie también estudia pastelería en la universidad con el sueño de abrir su propia tienda de tortas. Su padre, ahora radicado en Mánchester para apoyarla en sus entrenamientos, no puede ocultar el orgullo que siente por todo lo que su hija ha logrado. Como dijo el doctor Simon Nadel, quien ayudó a salvarle la vida: “Lo de Ellie es verdaderamente extraordinario.” Su historia es un ejemplo brillante de superación ante la adversidad y un recordatorio poderoso de que, como ella misma afirma, “Siempre hay un camino.”