Después de mudarse a una mansión en las afueras de Illinois, Nicole y Christian McDonald se dieron cuenta de que tener solo un hijo en una casa tan extensa sería bastante solitario. Fue entonces cuando consideraron seriamente tener un segundo hijo.

A principios de 2015, Nicole descubrió que estaba embarazada y se emocionó durante los primeros meses, hasta que una ecografía reveló que esperaba gemelos unidos. Los especialistas en la clínica de Nicole compartieron estadísticas muy desalentadoras. Se esperaba que los bebés nacieran con sus cabezas unidas, y solo había unos pocos casos exitosos de separación de gemelos unidos de esta manera.

Nicole y Christian sopesaron sus opciones, pero finalmente decidieron darle una oportunidad a los niños. En septiembre de 2015, nacieron los gemelos Jayden y Anias McDonald. Para entonces, los jóvenes padres ya habían encontrado una clínica en Nueva York dispuesta a ayudarles. Tuvieron que mudarse temporalmente a la ciudad.

Un equipo de 40 especialistas de primer nivel trabajó durante 27 horas intensas en los gemelos de 13 meses, y el procedimiento costó a los padres dos millones y medio de dólares. Hoy en día, Jayden y Anias tienen casi 8 años. Después de la separación, los niños inicialmente quedaron rezagados en su desarrollo en comparación con sus compañeros, pero con el tiempo la brecha se ha ido cerrando. Actualmente, solo Anias sigue enfrentando dificultades (tiene problemas de habla y apenas camina), pero Nicole y Christian esperan abordar estos problemas con la ayuda de médicos en los próximos años.

Nicole comparte con frecuencia los avances de sus hijos en las redes sociales. Ella describe lo que le ocurrió a sus hijos como un verdadero milagro y desea que la mayor cantidad de personas posible conozca su historia.