A principios de los años 90, Nicole Kidman y Tom Cruise eran considerados una de las parejas más hermosas de Hollywood. Lamentablemente, la pareja no tenía hijos biológicos en común, pero en 1992, Tom y Nicole adoptaron a una niña llamada Isabella. Dos años después, Kidman y Cruise se convirtieron en padres adoptivos de un niño llamado Connor.

El hijo de la pareja tenía apenas 6 años cuando sus padres se separaron. El tribunal decidió que la custodia de los niños se compartiera por igual, pero en realidad, Tom se hizo cargo de la crianza de los herederos. Kidman viajaba mucho por trabajo y rara vez visitaba a los niños, lo que alejó a Connor e Isabella de su madre adoptiva.

Kidman no pudo proteger a los niños de la influencia de Cruise, quien se involucró en la Cienciología. Isabella se adhirió a la religión, al igual que su padre, lo que desilusionó profundamente a Kidman, quien nunca pudo aceptar las creencias de su esposo.

Curiosamente, la segunda esposa de Tom también lo dejó por la misma razón. Pronto, Nicole se casó con un guitarrista y le dio a su nuevo esposo hijos biológicos. La nueva familia relegó a los hijos adoptivos de su matrimonio anterior a un segundo plano.

Nicole dejó de comunicarse con Isabella y Connor por completo. Los hijos adoptivos de Tom y Nicole llevan una vida privada y rara vez se dejan ver en público.

Isabella se casó y compartió una nueva foto en su página de redes sociales por primera vez en 2 años.

Connor también ha crecido, y a pesar de sus 26 años, luce muy diferente.

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