Bridget Fonda, heredera de 61 años de la célebre dinastía actoral Fonda, fue recientemente fotografiada en el aeropuerto de Los Ángeles (LAX), luciendo una figura notablemente más delgada y un atuendo elegante. Conocida por su estatus de “rubia explosiva” en los años 90 y por haber trabajado con directores de renombre como Francis Ford Coppola y Quentin Tarantino, Fonda se alejó del mundo de la actuación tras un accidente en la década de los 2000. A pesar de estar casada con el reconocido compositor Danny Elfman, su última aparición en pantalla fue en 2002, lo que marcó el inicio de una vida más privada y, con el tiempo, un visible aumento de peso.

Su reciente aparición con una silueta más estilizada ha desatado todo tipo de especulaciones, incluyendo comparaciones inevitables con el uso generalizado de fármacos para adelgazar en Hollywood, como el famoso Ozempic. Sin embargo, muchos de sus seguidores creen que su transformación podría deberse simplemente a un cambio natural en su estilo de vida, adoptando una mejor alimentación y ejercicio físico. Bridget no ha ofrecido declaraciones públicas sobre esta evolución, dejando todo a la interpretación de quienes la observan.

Al llegar al aeropuerto, se la vio de buen ánimo, vestida con un abrigo largo y el cabello rubio recogido en un moño. Un detalle que no pasó desapercibido fue el anillo visible en su dedo anular izquierdo, especialmente después de un periodo de seis meses durante el cual no se la había visto con su sortija de matrimonio. Esta observación cobra más relevancia si se considera que Fonda y Elfman —casados desde 2003 y padres de un hijo nacido en 2005— no han sido fotografiados juntos en varios años, lo que ha alimentado rumores sobre la posible situación de su relación, aunque hasta la fecha no se han encontrado registros públicos de divorcio.

El retiro de Fonda del cine se produjo tras un accidente automovilístico en febrero de 2003, mientras estaba comprometida con Elfman, que le causó una fractura vertebral. A partir de ese momento, decidió alejarse de los reflectores y adoptar un estilo de vida más reservado. En una entrevista de hace algunos años, dejó claro que no contemplaba regresar al cine, ya que se sentía en paz con su vida lejos del foco mediático.

Desde sus primeros pasos junto a su padre, Peter Fonda, en Easy Rider, hasta sus memorables papeles en El Padrino III y Jackie Brown, Bridget Fonda construyó una carrera sólida en Hollywood antes de elegir la tranquilidad. Hoy, su reaparición no solo llama la atención por su cambio físico, sino también por el renovado interés en su bienestar personal y en el estado de su duradero, aunque discreto, matrimonio con Danny Elfman.