La hija de Donatella Versace, Allegra, roba miradas: “¡Es una de las mujeres más deslumbrantes de hoy!”

Donatella Versace, una titana en la industria de la moda, heredó una parte de la propiedad de la lujosa marca Versace tras la trágica muerte de su hermano y fundador de la empresa, Gianni Versace. Durante décadas, ha sido una figura prominente e influyente, cultivando una reputación respetada y atrayendo una clientela de celebridades que ha amplificado sus diseños a nivel global. Los múltiples talentos de Donatella como diseñadora, modelo y empresaria le han permitido revolucionar constantemente el estilo, navegando tanto por un éxito inmenso como por dificultades personales, mientras lleva adelante el legado de Versace. Sus looks icónicos se han convertido en sinónimo de alta costura, un estilo que parece haberse transmitido a su hija, Allegra Versace Beck, quien comparte el agudo ojo de su familia para la moda y ha contribuido activamente al éxito continuo de la marca.
La entrada de Donatella al mundo de la moda estuvo profundamente entrelazada con su familia. Nacida en Italia, fue la más joven de cuatro hijos, con una madre modista y un hermano, Gianni, cuyo estilo innato era evidente desde temprana edad. Gianni jugó un papel fundamental en la formación de la imagen icónica de Donatella, animándola a teñirse el cabello rubio desde joven, un look característico que ha perdurado. Aunque inicialmente se interesó por la literatura y los idiomas, los fines de semana los pasaba en Milán trabajando con Gianni, quien reconoció su potencial como musa y crítica, iniciando así su carrera en la moda. El vínculo cercano entre hermanos fue clave en sus esfuerzos creativos, con Gianni incluso dedicándole un perfume y lanzando su propia línea, Versus, bajo el paraguas de Versace.
La dinámica asociación entre Donatella y Gianni fue una fuerza formidable en la competitiva industria de la moda. Sin embargo, su mundo se desmoronó en 1997 con el asesinato de Gianni. Este devastador suceso catapultó a Donatella al frente del imperio Versace, heredando una porción significativa de la compañía, mientras que la mayoría de las acciones pertenecían a su entonces joven hija, Allegra. Pocos días después de la muerte de su hermano, Donatella valientemente asumió su rol, presentando un desfile de alta costura Versace Atelier en París, demostrando su compromiso con preservar su legado. A pesar de la inestabilidad inicial, Donatella logró finalmente consolidar su liderazgo, introduciendo una perspectiva feminista redefinida para la marca y, más tarde, reviviendo la línea Versus con la ayuda de Christopher Kane.
El mandato de Donatella al frente de Versace ha estado marcado por un impacto significativo en la cultura pop, atrayendo a una lista de clientes de estrellas, como Madonna, Lady Gaga y Beyoncé. Una de sus creaciones más icónicas, el “vestido jungla” que Jennifer Lopez llevó a los Premios Grammy de 2000, alcanzó estatus de museo y fue recreado por Lopez en un desfile de Versace años después, recibiendo una enorme aclamación. La influencia de Donatella va más allá del diseño de moda, abarcando la creación de los hoteles Palazzo Versace en todo el mundo. Su nombre y su trabajo también han sido mencionados frecuentemente en la cultura popular, consolidando su estatus como una verdadera magnate de la moda.
Reflexionando sobre su trayectoria, Donatella enfatiza la importancia de la fuerza, la autoconfianza y de seguir los propios instintos en lugar de tratar de emular a Gianni. También ha demostrado un agudo sentido para identificar talentos emergentes, como Gigi Hadid. En 2018, tomó una decisión importante al vender Versace a Capri Holdings Limited (ahora Tapestry, Inc.), una decisión tomada con el futuro crecimiento de la marca en mente. El legado de Donatella no solo se define por su destreza como diseñadora, sino también por su resiliencia frente a la tragedia y su impacto duradero en el panorama global de la moda, un legado que su hija Allegra continúa apoyando como directora dentro de la compañía Versace.