¡La increíble transformación de un niño que una vez cortó sus zapatos para seguir usándolos!

El viaje de Chris Pratt hacia la fama de Hollywood es un testimonio de su resiliencia y determinación inquebrantable. Nacido en una familia de clase trabajadora en un pequeño pueblo, Pratt enfrentó desafíos desde joven, incluyendo dificultades económicas y la batalla de su padre contra la esclerosis múltiple. Estas experiencias, aunque difíciles, le inculcaron una fuerte ética de trabajo y un humor único que más tarde definirían su carrera.
Creciendo, Pratt experimentó de primera mano las luchas de su familia. Recuerda vívidamente cómo usaba zapatos demasiado pequeños, un recordatorio conmovedor de sus limitaciones económicas. Un raro momento de alegría llegó cuando ganó 85 dólares en el bingo, lo que le permitió comprar unos codiciados Reebok Pumps. A pesar de haberles quedado pequeños, atesoró esos zapatos, como un símbolo de un raro momento de abundancia en su crianza, de otra manera modesta.
La enfermedad de su padre proyectó una larga sombra sobre su infancia. El carácter rudo de su padre, exacerbado por la enfermedad, fomentó un ambiente de contención emocional. Pratt desarrolló un agudo sentido del humor como mecanismo de afrontamiento, una defensa contra el peso emocional de las circunstancias familiares. Esta mezcla de adversidad y humor se convertiría más tarde en un pilar de su personalidad cómica.
Después de la secundaria, la vida de Pratt siguió un camino sinuoso. Trabajó en trabajos ocasionales, incluyendo camarero en Bubba Gump Shrimp Co., mientras vivía en una furgoneta en Maui. Durante este período de incertidumbre, descubrió su pasión por la actuación. Tras conseguir pequeños papeles y obtener un papel clave en el drama televisivo “Everwood”, su carrera comenzó a despegar.
El ascenso de Pratt hacia la superestrella se consolidó con su icónico papel como Andy Dwyer en “Parks and Recreation” y su posterior participación en franquicias taquilleras como “Guardians of the Galaxy” y “Jurassic World”. A pesar de su éxito inmenso, Pratt se mantiene humilde, reflexionando con frecuencia sobre sus comienzos modestos. Su viaje sirve como un recordatorio inspirador de que, con perseverancia, trabajo duro y un toque de humor, incluso las circunstancias más desafiantes pueden superarse.