¡La joven actriz que convirtió el miedo en arte y obligó al centro de atención a esperar por ella! ¿Quién es?

 ¡La joven actriz que convirtió el miedo en arte y obligó al centro de atención a esperar por ella! ¿Quién es?

Jill Haworth, nacida en 1945 en Hove, Sussex, Inglaterra, estuvo destinada al mundo de las artes desde muy joven. Se formó en ballet en Sadler’s Wells y perfeccionó sus habilidades escénicas en la Corona Stage School. A los catorce años, su vida dio un giro decisivo cuando el director Otto Preminger la descubrió y la eligió para interpretar a Karen Hansen, una refugiada judía-danesa, en Exodus (1960). Su actuación junto a Sal Mineo le valió reconocimiento internacional inmediato, y Preminger continuó confiando en ella para The Cardinal (1963) e In Harm’s Way (1965), consolidándola como una joven promesa del cine.

Su carrera alcanzó un momento definitorio en 1966, cuando fue seleccionada entre más de 200 aspirantes para interpretar a Sally Bowles en el musical de Broadway Cabaret. El director Hal Prince y los compositores Kander y Ebb valoraron su presencia emocional auténtica por encima de la perfección vocal, buscando a alguien capaz de reflejar la humanidad imperfecta del personaje. A pesar de críticas mixtas, sus dos años en el exigente papel consolidaron su legado y mostraron su profundidad dramática sobre el escenario.

Tras el éxito en Broadway, Haworth se orientó hacia producciones más pequeñas y a menudo oscuras, especialmente en los géneros de terror y suspenso. Participó en películas como It! (1967), Tower of Evil (1972) y The Mutations (1974), ganando un seguimiento de culto entre los aficionados al género. Sus apariciones televisivas, incluyendo roles invitados en Mission: Impossible y The Outer Limits, fueron constantes pero menos visibles, reflejando la dificultad de mantener la fama inicial en una industria en constante cambio.

A pesar de su éxito profesional, Haworth valoraba su privacidad. Nunca se casó, pero mantuvo una amistad duradera con Sal Mineo, su compañero en Exodus, que perduró mucho después de un breve romance. Establecida en Nueva York a finales de los años 60, abrazó un relativo anonimato, trabajando de manera esporádica en las artes y evitando las presiones constantes de la fama. Su naturaleza reservada reflejaba la sensibilidad que aportaba a muchos de sus personajes emocionalmente complejos.

Jill Haworth falleció tranquilamente en su apartamento de Manhattan el 3 de enero de 2011, a los 65 años. Los homenajes celebraron su papel como la Sally Bowles original y reconocieron la gracia y honestidad emocional que aportó a sus interpretaciones. Aunque su carrera combinó una fama temprana con un retiro más silencioso del centro de atención, su legado perdura a través de su arte, especialmente en Cabaret, inspirando admiración por su coraje, talento y dignidad serena a lo largo de toda su vida.

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