Ariana Grande, quien alcanzó la fama desde muy joven gracias a su papel en la serie “Victorious”, ha despertado preocupación entre sus seguidores por su notable pérdida de peso en sus últimas apariciones públicas. La alarma más reciente surgió tras su paso por los BAFTA Film Awards 2025, donde rápidamente comenzaron a circular comentarios en redes sobre su aspecto físico. Muchos fans no tardaron en compartir su inquietud, describiéndola como “preocupantemente delgada” o incluso “demasiado flaca”. Las especulaciones sobre posibles problemas de salud o trastornos alimenticios no se hicieron esperar, generando tanto mensajes de apoyo como reacciones más alarmistas.

El experto en conducta y relaciones humanas, el Dr. Patrick Wanis, explica que este tipo de reacciones se deben a lo que se conoce como una “relación parasocial”, en la que los fans desarrollan vínculos emocionales unilaterales con celebridades a las que han seguido durante años. En el caso de Grande, al haber crecido bajo la mirada pública desde su etapa en Nickelodeon, muchos la asocian con la imagen de una adolescente eterna. Cualquier cambio físico, especialmente uno tan notorio como la pérdida de peso, suele despertar una respuesta emocional, ya que los seguidores esperan, consciente o inconscientemente, que ella conserve la apariencia juvenil que recuerdan.

El tema de las variaciones de peso entre celebridades, sobre todo en mujeres, ha sido objeto de debate durante décadas. Las figuras públicas suelen ser blanco de exigencias contradictorias: delgadas, pero no demasiado; tonificadas, pero sin parecer demasiado musculosas; naturales, pero sin perder cierto ideal estético. Estas presiones pueden derivar en conductas poco saludables para alcanzar una imagen idealizada. Aunque Ariana no se ha pronunciado sobre las recientes preocupaciones, muchos de sus fans han expresado con claridad su deseo de que anteponga su bienestar y busque ayuda si lo considera necesario.

El Dr. Wanis también destaca cómo las celebridades femeninas se enfrentan a un cóctel tóxico de nostalgia, estándares de belleza imposibles y la constante exposición en redes sociales. En este entorno, se espera que artistas como Grande se mantengan “congeladas en el tiempo”, luciendo siempre jóvenes y cumpliendo con ideales estéticos inalcanzables. La obsesión con su cuerpo refleja una presión social persistente que empuja a las mujeres famosas a perseguir una perfección irreal.

En resumen, la preocupación de los seguidores de Ariana Grande ante su pérdida de peso revela las complejas dinámicas que existen entre las celebridades y su audiencia en la era digital. Aunque estos comentarios suelen nacer desde el cariño, también exponen la enorme presión que recae sobre las mujeres que viven bajo los reflectores. A medida que Ariana avanza tanto en su vida profesional como personal, muchos esperan que su salud y bienestar sean siempre su prioridad, por encima de las exigencias externas.