Los esposos se cansaron de la vida en la ciudad, se mudaron al campo y construyeron una casa pequeña: ¡Así es cómo viven ahora!
Esta acogedora estructura, que recuerda a un antiguo carruaje, es cariñosamente llamada por sus dueños “La Cabaña del Pastor”. Escondida entre el denso follaje de manzanos y cerezos, se oculta ingeniosamente a la vista y parece modesta a primera vista. Sin embargo, su interior cautiva con elegancia, belleza y una atención meticulosa a los detalles.
Al diseñar el área alrededor de la cabaña, los propietarios se centraron en crear un patio acogedor. En la entrada, hay una pequeña zona cubierta de grava, perfecta para un picnic o una barbacoa al aire libre.
El marco ligero y móvil de la casa reposa con facilidad sobre ruedas, mientras que el techo cóncavo, junto con las ventanas y puertas de madera, añade un encanto único a esta vivienda.
En el interior, la decoración adopta un estilo rústico, con una paleta de colores inspirada en la naturaleza: tonos de blanco, beige, marrón y gris. El techo abovedado elevado aumenta la sensación de espacio, creando armonía en todo el interior.
Para maximizar el uso del espacio, las áreas de descanso y comedor se han combinado de manera ingeniosa. Este diseño innovador incluye una cama plegable: con un solo movimiento, un acogedor rincón para dormir se desliza desde la pared, transformando el espacio sin esfuerzo.