Los pescadores Mallory Harrigan, Cliff Russell y Allan Russell se encontraban a varias millas de la costa de la península de Labrador, en Canadá, cuando presenciaron algo completamente extraordinario. Sobre un iceberg con forma de hongo, que flotaba a la deriva en las gélidas aguas, había una criatura fuera de lugar y en apuros.

A bordo de su barco pesquero de cangrejos, el Northern Swan, la tripulación divisó la peculiar escena a unos cuatro kilómetros de la orilla.

En la plataforma helada se encontraba un pasajero inesperado. A primera vista, pensaron que se trataba de una cría de foca. “Probablemente quedó atrapado mientras buscaba comida”, explicó Mallory Harrigan.

Decididos a ayudar, ofrecieron al pobre animal papas fritas y galletas. Sin embargo, este no mostró interés hasta recuperar algo de fuerzas, momento en el que las salchichas se convirtieron en su elección favorita.

Al regresar a tierra firme, la tripulación liberó al zorro ártico extraviado en su hábitat natural, brindándole una segunda oportunidad de vida. Este acto sencillo de bondad resultó ser, sin duda, un gesto que le salvó la vida.