La influencer de Utah, Demi Lucy May Engemann, compartió en septiembre de 2022 un video en TikTok que mostraba una salida muy especial al salón de belleza junto a su hija de cinco años, Maude.  La visita, que implicó que la pequeña faltara un día a clases, surgió tras la petición de Maude de decolorarse el cabello para luego teñirlo de rosa. En el video se la ve emocionada mientras disfruta de dulces, ayuda a preparar la mezcla decolorante y se deja cepillar el cabello con una sonrisa. Tras varias horas de trabajo minucioso, Maude no podía ocultar su alegría al ver su nuevo tono rubio, lista para su esperada transformación rosada.

El video no tardó en volverse viral, acumulando más de 2 millones de “me gusta”, pero también generó una gran polémica.  Muchos usuarios y dermatólogos expresaron su preocupación por los riesgos que supone aplicar productos químicos en el cabello de una niña tan pequeña. Los expertos explicaron que el cabello antes de los 16 años suele ser más fino y vulnerable, advirtiendo que sustancias como el amoníaco o el peróxido de hidrógeno pueden causar daños importantes. Algunos internautas compartieron sus propias experiencias de daño capilar a temprana edad, rogándole a Demi que protegiera el cabello natural de su hija.

A pesar de las críticas y los comentarios de “mala madre”, Demi decidió defenderse en un segundo video.  Explicó que la decisión fue conversada y tomada junto a su esposo, y aclaró que en ningún momento presionó a Maude para hacerlo. También negó rotundamente que el cambio de look fuera para una sesión de fotos familiares, asegurando que jamás haría que su hija sintiera la necesidad de cambiar su aspecto para agradar a los demás.

Pero no todo fue negatividad.  Muchos seguidores salieron en defensa de Demi, alabando su actitud por permitir que su hija se expresara libremente. Varias personas compartieron recuerdos similares de su infancia, cuando experimentaron con su cabello por primera vez, y destacaron lo valioso que fue ese momento de unión con sus madres. Para ellos, el gesto de Demi no era irresponsable, sino una oportunidad para fomentar la creatividad y fortalecer el vínculo familiar.

En última instancia, Demi recordó que cada familia debe tomar decisiones que se alineen con sus propios valores y sentimientos. Este episodio evidenció la gran presión pública que enfrentan los padres en la era digital, pero también resaltó la importancia de criar a los niños con libertad, alegría e individualidad. Para Demi y Maude, aquel día en el salón no fue una simple cita de belleza: fue una experiencia empoderadora que ambas recordarán con una sonrisa.