Mamá toma una dulce foto con sus hijos: ¡Luego descubre algo que la hace volver por la cámara!

Kirsten Bosly, una mujer de Perth, Australia, se ha convertido en una sensación viral gracias a su poderoso mensaje contra el body shaming. Durante una reciente salida familiar a la playa, Kirsten, que es talla grande, enfrentó esos sentimientos familiares de incomodidad, vergüenza y rechazo hacia su cuerpo al usar un traje de baño. Siempre había sentido nervios por mostrar mucha piel y tenía la costumbre de evitar fotos a menos que estuviera cubierta con varias capas de ropa. Sin embargo, ese día en la playa, rodeada de sus hijos y su esposo, vivió un momento de claridad que cambiaría para siempre su forma de verse a sí misma.
Con valentía, Kirsten compartió sus emociones en la página de Facebook “1MotherBlogger”, confesando una lucha de toda la vida: “Durant gran parte de mi vida he odiado mi cuerpo. Lo he despreciado. Lo he aborrecido. Lo he resentido. He deseado con todas mis fuerzas que cambiara; que fuera más pequeño, más delgado… menos ‘gordo’.” Admitió que solía culpar a su cuerpo por muchas cosas y sentía una profunda vergüenza por sus “flotadores y hoyuelos”, como si eso definiera su valor. Un meme que encontró y que invitaba a los padres a “estar en fotos con sus hijos porque cuando ya no estés, las fotos serán lo único que les quede,” le tocó el alma y la desafió a romper con su hábito de evitar las fotos por disgusto hacia sí misma.
Esta revelación la llevó a una declaración contundente: “¡Ya no más! ¡Que se vaya todo ese ruido!” Kirsten expresó su cansancio de sentir vergüenza por un cuerpo que la había acompañado fielmente durante 41 años. Decidió soltar ese odio y resentimiento, eligiendo en cambio amar y disfrutar de su cuerpo tal cual es. En un acto desafiante de autoaceptación, le pidió a su esposo que tomara una foto de ellos disfrutando el día juntos, sin cubiertas, sin shorts largos, sin toallas para “modestia” ni filtros, solo ella misma, “celulitis y todo.”
El resultado fue liberador. “No siento vergüenza. De verdad. Cuando veo esta foto, solo veo lo felices que estamos y eso es maravilloso. Finalmente me siento libre y eso se siente jodidamente increíble,” exclamó en su publicación. Más tarde contó a Today Show por correo electrónico que ese momento de claridad en la playa nació al darse cuenta de que “la única persona que me estaba juzgando en ese instante era yo.” Entendió que nadie más le prestaba atención y que su inseguridad no era más que “una bolsa llena de problemas que yo misma había creado y elegido cargar.”
El valiente mensaje de Kirsten sobre la positividad corporal ha tocado a personas alrededor del mundo, permitiéndole disfrutar sinceramente los momentos familiares sin la carga constante de la autocrítica. Al compartir abiertamente su camino hacia la aceptación, espera inspirar a otros a encontrar esa misma libertad y comodidad en su propia piel. Sus palabras poderosas nos recuerdan que la vida es corta y que cada instante merece ser vivido sin juicios autoimpuestos.