Quizás la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a ver modelos impresionantes o celebridades con maquillaje impecable y atuendos llamativos en las portadas de revistas de moda. Sin embargo, incluso publicaciones que han existido durante más de 130 años todavía encuentran formas de asombrar a sus lectores y recordarles que la belleza no conoce límites ni fechas de caducidad.

Una tatuadora de la región de Kalinga, Apo Whang-Od, de 106 años, se convirtió en la modelo más anciana en aparecer en la portada de la reconocida revista Vogue a nivel mundial. Adornó la portada del número de abril de la edición filipina y también fue presentada en el interior. Las fotos atmosféricas fueron capturadas por el fotógrafo Artu Nepomuceno. En la portada, esta mujer indígena de 106 años apareció con cuentas tradicionales, pero los principales adornos eran sus tatuajes.

Apo Whang-Od es una de las últimas de su generación de “mambabatok”, como se conocen a los maestros tatuadores en Kalinga, que crean diseños y ornamentos distintivos para su pueblo. Ella enseña e inspira a la próxima generación de artistas del tatuaje que siguen sus pasos, continuando una tradición milenaria. El batok es una técnica antigua de tatuaje en la que una mezcla de agua y carbón se martillea en la piel utilizando una espina de pomelo o calamondin y un mazo de madera.

Todos los tatuajes de Whang-Od se hacen manualmente, una habilidad que comenzó a aprender a los 16 años bajo la guía de su padre. Ahora, sus dos sobrinas nietas, Grace y Eliang, siguen sus pasos.

“En este número, rendimos homenaje a mujeres que son sabias y salvajes, que se crean a sí mismas y escriben sus propias historias”, dijo Bea Valdes, la editora en jefe de Philippine Vogue, sobre la edición que presenta a Whang-Od en la portada.

La edición también profundiza en los orígenes y características de la vestimenta nacional filipina, el barong, y el tejido de piña, una tela tradicional filipina hecha de hojas de piña. No podemos evitar admirar que, a pesar de su venerable edad, Whang-Od sigue asegurándose de que su arte perdure eternamente. El respeto por las tradiciones no es la única razón excelente para hacerse un tatuaje: detrás de ellos a menudo hay historias que evocan emociones profundas.