“Mi mamá me decía todos los días que soy fea y que tengo una nariz grande”: ¡La famosa actriz confesó en una entrevista!
Jennifer Aniston, reconocida por su papel icónico en *Friends* y sus apariciones en películas populares como *We’re the Millers* y *Horrible Bosses*, vivió una infancia difícil marcada por una relación complicada con su madre, la actriz Nancy Dow.
La crianza de Jennifer estuvo marcada por constantes críticas y trauma emocional causados por su madre.
A pesar del divorcio de sus padres y las tensiones en su matrimonio, Jennifer eligió quedarse con su madre, quien constantemente la descalificaba por supuestos “defectos” físicos como su nariz, ojos y aumento de peso durante la pubertad.
Las constantes recordatorios de ser “fea” afectaron profundamente la confianza y autoestima de Jennifer, creando una brecha entre su auto-percepción física y mental y las expectativas de su madre.
Su relación con su padre no era fuerte, dejando a Jennifer dependiente del comportamiento impredecible de su madre. Cuando Jennifer resistía las críticas de su madre, solo recibía burlas, reforzando la idea de que debía aceptar el maltrato en silencio.
Además, Jennifer enfrentó desafíos debido a la dislexia, una discapacidad de aprendizaje que afecta la lectura, escritura y ortografía.
En medio de estas dificultades, Jennifer comenzó a cuestionar la imagen negativa que su madre había pintado de ella. Conseguir su primer trabajo en Hollywood, junto con una cirugía en la nariz, le dio un impulso de confianza.
Sin embargo, su madre seguía insatisfecha y la criticaba públicamente, empañando la alegría de Jennifer durante la época de *Friends*.
En respuesta al comportamiento de su madre, Jennifer se hizo una promesa a sí misma de cortar los lazos, incluso saltándose su boda con Brad Pitt. Pasaron quince años sin comunicación, durante los cuales Jennifer buscó terapia para superar el impacto de sus difíciles años formativos.