¡Mujer reubica sus órganos para lograr una cintura récord… y aún no ha terminado! ¡Mira las fotos!

Durante casi veinte años, Aleira Avendaño, una instructora de yoga de 33 años que vive en Florida y es originaria de Venezuela, ha perseguido incansablemente una transformación corporal extrema, centrando su atención en reducir su cintura al máximo. Gracias a una disciplina férrea, ha logrado disminuir su cintura a unos impresionantes 45 centímetros, es decir, 40 centímetros menos que el promedio femenino en el Reino Unido. Esta transformación radical ha implicado un altísimo precio, tanto económico como físico. Aleira ha invertido más de un millón de libras esterlinas en su cuerpo, siendo el entrenamiento con corsé una de sus principales prioridades. Lo que comenzó como un uso diario de seis horas ha escalado hasta 23 horas al día, dejando solo una hora para que su cuerpo descanse.
Su objetivo final es superar el récord mundial actual de 38 centímetros de cintura, que ostenta Cathie Jung, de 86 años. Pero este camino extremo no ha estado exento de consecuencias. Aleira admite que el entrenamiento intensivo ha provocado el desplazamiento de algunos de sus órganos internos, aunque asegura no temer los riesgos que conlleva. Comprar ropa se ha vuelto una tarea imposible, ya que sus proporciones únicas —incluyendo caderas naturalmente anchas— hacen que nada le quede bien si no está hecho a medida. A lo largo de los años, ha gastado una fortuna no solo en intervenciones quirúrgicas, sino también en tratamientos estéticos y nutrición de alto nivel. Incluso bromea con que su cuerpo debería estar asegurado por todo lo que ha invertido en él.
Más allá del corsé, Aleira ha pasado por múltiples cirugías estéticas, con un total de alrededor de 550.000 euros destinados a transformaciones como siete aumentos de pecho, cuatro rinoplastias y carillas dentales completas. Fiel defensora de la cirugía estética, sostiene que “toda mujer debería operarse para alcanzar la verdadera belleza” y anima a otras a probar el entrenamiento con corsé, pese a las advertencias médicas sobre problemas como dificultad respiratoria, desplazamiento de órganos y debilitamiento muscular. Aprovechando su silueta fuera de lo común, ha lanzado su propia línea de fajas moldeadoras, convencida de que puede cambiar la vida de quienes desean lograr un aspecto similar.
Su figura provoca todo tipo de reacciones: desde admiración hasta incomodidad, e incluso incredulidad. Ella reconoce que su forma “exótica” suele atraer especialmente la atención masculina. A pesar de la controversia y las alertas médicas, Aleira sigue firme en su compromiso con su imagen ideal, sin intención alguna de detener su impactante transformación.