Sarah Smith, una mujer de 35 años de Surrey, Reino Unido, sorprendió a sus invitados de boda con una notable pérdida de peso de casi 110 libras. Según informó The Sun, un año antes de su boda, Sarah se sometió a una cirugía de reducción gástrica, un procedimiento que transformó significativamente su vida.

Desde niña, Sarah sufrió bullying y abusos debido a su sobrepeso. A pesar de intentar numerosas dietas, nunca logró los resultados deseados. El problema se agravó en 2015 después del nacimiento de su primera hija, Emilia, cuando su peso superó las 250 libras y buscó consuelo en alimentos altos en calorías y comida rápida debido a la depresión.

Decidida a hacer un cambio, Sarah consultó a un cirujano privado. Tras consejería y evaluaciones de salud, le aconsejaron someterse a la cirugía de reducción gástrica. El procedimiento fue costoso, alrededor de £10,000, por lo que tuvo que pedir un préstamo para cubrir los gastos. El camino hacia la recuperación fue desafiante, pero los resultados fueron rápidos. En los primeros cinco meses después de la cirugía, Sarah perdió casi 66 libras y después de 14 meses alcanzó un peso de 130 libras.

En octubre del año pasado, Sarah lució un elegante vestido de novia y se casó con su esposo David. Ahora mantiene una dieta equilibrada, disfrutando de panqueques con huevos para el desayuno, ensalada César de pollo para el almuerzo y carne magra con papas para la cena.

A pesar de enfrentar críticas en Instagram por promover tales cirugías, Sarah defiende su decisión, creyendo que fue lo correcto para ella y su familia. Orgullosamente comparte: “Mis hijas dijeron que parecía una princesa, y los familiares que no me habían visto en años me reconocieron solo por el vestido de novia”.