“No puedo dejar de admirarlo”: El chico transforma el antiguo armario de su abuela—¡Ahora luce como nuevo!
Era masivo e imponente, adornado con intrincados patrones tallados que parecían casi demasiado delicados para tocarlos. En su interior, los divisores y estantes improvisados estaban hechos de suave pino. Comencé retirando todos los elementos decorativos, un paso esencial para asegurar un trabajo de calidad.
Con el espejo retirado, me quedó un marco completamente desnudo. También planeaba reemplazar el panel trasero. El divisor interno estaba listo para ser retirado, con la intención de restaurar el armario a su forma original.
La limpieza resultó complicada debido a la suavidad y naturaleza resinosa del pino, ya que el raspador a menudo se atascaba con la resina en lugar de cortarla, un proceso bastante frustrante. Donde el lacado estaba bajo la pintura, salía sin problema. Pero en las áreas donde la pintura se aplicaba directamente sobre la madera, resistía todos los esfuerzos por quitarla.
Después de cuatro días de trabajo meticuloso, la talla estuvo completamente limpia. Usé un raspador manual para todo, sin productos químicos. Este paso fue crucial, ya que la pintura incluso había llegado bajo los detalles decorativos.
Una vez que terminé de limpiar los adornos, pasé a la siguiente fase: una limpieza más refinada y precisa.
Una lijadora con accesorios de 60 y 80 de grano, y tres días después, aquí estaba el resultado de una intensa labor de lijado.
Elegir un acabado protector no fue fácil. Inicialmente consideré un aceite oscuro con tonos marrones, pero optamos por preservar el tono natural y claro de la madera.
Todos los herrajes metálicos volvieron a su lugar, la estructura fue reensamblada—¡ahora es momento de revelar el resultado final!