Hoy en día, el movimiento de la positividad corporal está cobrando fuerza en todos los grupos de edad. Poco a poco, las personas se aceptan a sí mismas tal y como son, abrazando sus imperfecciones y todo lo que las define.

Sin embargo, algunos siguen resistiéndose a esta corriente, argumentando que la promoción de la “body positivity” alienta estilos de vida poco saludables. Afortunadamente, hay mujeres que desafían estas ideas y demuestran, con su propio ejemplo, la importancia de la autoaceptación. Ellas afirman que no debemos dejarnos influenciar por las opiniones ajenas, ya que la belleza se presenta en formas diversas y todos somos intrínsecamente hermosos.

Aquí van algunos ejemplos de lo que la belleza puede abarcar:

Pecas: Esas manchitas que te dan un toque especial y encantador.

Rasgos particulares: Tus lunares, cicatrices o cualquier marca que cuente tu historia.

Estatura: Alta, baja, ¡no importa! Lo que importa es cómo la llevas.

Curvas: No tengas miedo de lucir tu figura, ¡las curvas son hermosas!

La edad es solo un número: La belleza no tiene fecha de caducidad.

Lunarcitos pequeños: Son pequeños detalles que te hacen única.

Exceso de piel: Tu cuerpo ha vivido experiencias.

Lunares en la cara

La belleza va más allá de las tallas o las opiniones de los demás. Se trata de amarte y sentirte cómoda en tu propia piel.