Cuando nacieron dos hijas en la pobre familia Schicolone, nadie imaginó que se volverían famosas en todo el mundo. Nacidas fuera del matrimonio, su madre temía un futuro sombrío para sus herederas, especialmente para la menor, María, cuyo padre inicialmente se negó a darle su apellido. A pesar de su infancia difícil, las hermanas Schicolone desafiaron las adversidades y conquistaron el mundo.

A diferencia de muchos hermanos que compiten desde la infancia, Sofía y María eran diferentes. Las dificultades que compartieron siempre las unieron más.

Sofía ganó popularidad a una edad temprana, obteniendo honorarios sustanciales. Usó este dinero para persuadir a su padre de que le diera a María su apellido, un requisito para que ella pudiera terminar la escuela. En Italia, en ese entonces, el apellido de un niño podía plantear un problema significativo durante toda la vida. María se graduó a los 20 años, gracias al apoyo financiero de Sofía, una deuda que reconoció en entrevistas posteriores.

Después de terminar la escuela, María se mudó con su famosa hermana y comenzó una carrera en el cine. Sin embargo, no logró alcanzar gran fama.

María eventualmente se casó con Romano Mussolini, hijo de Benito Mussolini, y tuvo dos hijos. La vida familiar la llevó a tomarse un largo descanso de la actuación, pero su hermana Sofía siempre la apoyó y ayudó a criar a sus hijas.

Hoy en día, María es conocida en Italia como una exitosa chef y autora de libros de cocina. A menudo aparece en público con su hija, quien ha seguido una carrera en política. María sigue cercana a su hermana Sofía y se ven con regularidad.