Los utensilios de cocina de acero inoxidable tienen muchísimas ventajas: son duraderos, elegantes, versátiles y seguros. Sin embargo, hay un problema que muchos enfrentan con el tiempo: la acumulación de una capa marrón difícil de eliminar en el exterior de las ollas y sartenes.

Hemos probado diferentes métodos para devolverles su brillo original, pero, como dice el refrán, siempre se aprende algo nuevo. Resulta que hay una forma de evitar este problema desde el principio, en lugar de lidiar con él después. Restregar la grasa, los restos de comida quemada y la suciedad incrustada puede terminar opacando el acabado brillante del acero inoxidable. Pero, ¿y si te dijéramos que un simple paso al estrenar tu batería de cocina podría evitarte toda esa molestia? Lo único que necesitarías después sería una esponja suave.

¿Por qué es tan importante esta preparación? Aquí está el detalle: para que las ollas y sartenes de acero inoxidable luzcan impecables en las tiendas, los fabricantes las recubren con una fina capa de aceite mineral tras el proceso de pulido.

El problema surge cuando este aceite se expone al calor: se quema y se adhiere a la superficie, creando esa película difícil de eliminar. Limpiar adecuadamente esta capa antes del primer uso puede hacer que tus ollas y sartenes conserven su brillo sin esfuerzo.