Carrie Otis fue una verdadera alborotadora y rebelde desde la infancia. Cayó en malas compañías, lo que llevó a sus padres a enviarla a una agencia de modelaje para distraer su atención. Con tan solo 16 años, la actriz poseía una apariencia única e impactante. Su nuevo trabajo la fascinó y comenzó a ganar dinero.

Luego le ofrecieron un papel en una película. El filme “Orquídea Salvaje” se convirtió en un ícono en su carrera y en su vida.

Carrie no solo ganó fama, sino que también conquistó el corazón de Mickey Rourke. Siempre le gustaron los “chicos malos”. Sin embargo, estas relaciones destrozaron su vida. Estuvieron casados durante 6 años. Fue una relación compleja y dolorosa. Rourke la introdujo al alcohol y ella desarrolló muchas dependencias.

La actriz se salvó milagrosamente. Luchó contra los hábitos destructivos y la depresión. Carrie intentó suicidarse tres veces. Aumentó de peso y su impecable belleza desapareció. Otis no podía soportar mirarse en el espejo. La actriz logró recomponerse. Recuperó su figura pero cerró permanentemente la puerta al mundo del cine y el modelaje.

Carrie inició su propio negocio de fabricación de joyas, que se volvió popular entre los compradores. Con los años, su negocio se expandió.

Y la actriz encontró su refugio tranquilo: se casó y tuvo hijos. Ahora es simplemente una mujer feliz. Por supuesto, los años la han cambiado mucho. Vale la pena señalar que la actriz escribió un libro titulado “Beauty Disrupted”, donde Carrie Otis detalló el infierno que pasó con Mickey Rourke.